Un tanto ciento elevado de la población hace vida de noche y, en consecuencia, durante el día acusa ansiedad, fatiga y cansancio. Cuando las infusiones y las técnicas de relajación no bastan para conciliar el sueño, tenemos un problema: isomnio. Esta patología se acentúa en verano, afectando sobre todo a mujeres maduras y, cada vez, a jóvenes, explican desde el USP Hospital de Marbella.
Un tanto ciento elevado de la población hace vida de noche y, en consecuencia, durante el día, acusa ansiedad, fatiga y cansancio. Cuando las infusiones y las técnicas de relajación no bastan para concilair el sueño, tenemos un problema: el insomnio. Esta alteración del sueño se acentúa en el período estival, afectando sobre todo a mujeres de entre 40 y 50 años y, cada vez más, a jóvenes.
Así lo señala el jefe del servicio de Neumología de USP Hospital de Marbella, José María Ignacio, quien enumera como síntomas de esta patología la incapacidad para conciliar el sueño, la disminución del tiempo, el aumento del número de despertares nocturnos y la sensación de no haber dormido suficiente.
Ignacio apunta que las necesidades del sueño varían en función de la edad, circunstancias y características personales, y subraya que, al margen de puntualizaciones, es muy tante dormir bien, ya que durante las horas de sueño el organismo realiza funciones fisiológicas necesarias para la salud.
Los principales responsables de estas alteraciones del sueño son el estrés, las crisis sententales y los problemas laborales, psicológicos o psiquiátricos. Así, dependiendo del origen, el tratamiento del insomnio variará.
‘Ante el elevado centaje de población’ que acusa esta patología, el jefe del servicio de Neumología de USP considera que las unidades de sueño para tratarla son ‘fundamentales’.
