José Montilla anunciaba el martes que sería Ministro de Industria sólo hasta el 11 de septiembre para convertirse en candidato a la Generalitat de Cataluña. Lo extraño es que el secretario de Estado ha comenzado su campaña electoral esta misma semana bajo el paraguas del aparato estatal y del Ministerio de Industria. Desde este miércoles Montilla sólo ha asistido a actos, inauguraciones y firmas de convenios en que el Estado apoya a Cataluña ¿Ministro o candidato? Una dualidad de funciones que en nada favorece a la correcta marcha de las instituciones.
Durante esta semana la agenda de Montilla ha tenido un sospechoso giro hacia Cataluña. Durante las mismas fechas en que anunciaba que dejaba el Ministerio de Industria para centrarse en su candidatura a la Generalitat de Cataluña. Según sus propias palabras este cambio se producirá a partir del 11 de septiembre, momento en que se convoquen las elecciones y sin embargo, Montilla ha utilizado abiertamente su cargo como Secretario de Estado para hacer campaña esta misma semana, entre los ciudadanos y las instituciones catalanas.
El martes de esta semana anunciaba su modificación y el miércoles 30 Montilla asistía a la entrega de la Medalla de Oro a la Seguridad Vial al presidente del RACC Sebatià Salvador, en la Delegación del Gobierno de Cataluña y posteriormente firmó un con el conseller de Justicia de la Generalitat de Cataluña Joseph Vallés, el convenio para el desarrollo en esta región del programa Registro Civil en Red, en el marco del Plan Avanza.
Pero durante el día de hoy continúa la apretada agenda que se ha centrado exclusivamente en Cataluña, la comunidad a la que es candidato a la presidencia y a pesar de ser Ministro de Industria de otras 16 Comunidades y dos ciudades autónomas. Esta vez José Montilla firmará en Barcelona dos acuerdos de colaboración con la Generalitat para el desarrollo de las zonas mineras del carbón y la mejora del servicio eléctrico y la plementación de planes de control de tensión en Cataluña. Esta últa con una inversión estada de 73 millones de euros.
No hay que ser analista político para darse cuenta de que Montilla quiere aprovechar sus últos días como Ministro para mejorar su agen en la opinión pública catalana y acaparar algunos titulares que estén relacionadas con mejoras urbanas, premios y relaciones públicas, en cambio de aparecer relacionado a la prera línea política y con disputas con la Oposición.
Ya no sólo es preocupante que Montilla siga siendo Ministro de Industria a pesar de que ya tiene en Joan Clos a su sustituto, sino que es aún más grave que sus actos públicos sólo se restrinjan a Cataluña, olvidando el resto de territorio español. Zapatero ofrece abiertamente a Montilla la posibilidad de hacer campaña bajo el paraguas estatal, favoreciéndolo directamente en la futura carrera el sillón de la Generalitat. Una dualidad de funciones que en nada favorece a la correcta marcha de las instituciones.
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