La crisis del CIP que os hemos ido contando durante los últos meses nace después de Tito Drago y su equipo destituyeran a Frank Smith con estrategias no muy claras. En esta serie que inauguramos el martes, os hemos ido contando la serie de irregularidades administrativas que posibilitaron la llegada de la nueva Junta. En esta últa entrega os contamos como se gestó el últo paso para que Drago asumiera el control del Club Internacional de la Prensa.
Las informaciones llegadas hasta PRNoticias indican que el actual CIP se ha posicionado como una institución que no cumple, hoy, después del Golpe, existen una serie de requisitos legales que bloquean el accionar de la totalidad de la junta de disidentes, autoproclamada y secundada Tito Drago. La siguiente es la tercera parte y final de una cronología detallada donde se pueden constatar la forma en que se constituyó la actual Junta.
Miércoles 14 de Junio de 2006: Asamblea electiva para un gobierno de facto.
Con tan sólo la presencia de 20 socios, la mayoría integrantes de la auto elegida nueva Junta Directiva, más unas 25 delegaciones de votos sobre los más de trescientos socios con que contaba el CIP en esos momentos, se aprueban las cuentas hasta marzo de 2006 sin ser previamente presentadas y aprobadas la Junta Directiva saliente. Lo grave es que estas cuentas fueron presentadas en dicha asamblea el cesado tesorero Miguel Ángel San Martín, quien hasta la fecha no respondió la supuestas irregularidades las que se la Junta Directiva de Frank Smith le investigaba.
Se suma a esta situación el plazo de convocatoria que estaba demasiado cercano a la asamblea anterior. Drago y sus seguidores argumentaron que no se pudo convocar a todos los socios ‘que no se podía abrir el ordenador’.
Esto es especialmente tante que la Asamblea debía realizarse previa convocatoria a los socios. De esta manera se han vulnerado los derechos sin dejarles ejercer su derecho al voto e pidiéndoles la posibilidad de presentarse como candidatos alternativos. A partir de esto, se eligió una nueva Junta Directiva con la más baja representatividad de la historia de la institución, en medio del éxodo masivo de socios.
En líneas generales, fuentes cercanas a la entidad indican que lo único que pide el inicio de acciones legales, es el desinterés de los pocos socios que le quedan al CIP desde la estampida antes de las vacaciones. En teoría, cualquiera de ellos estaría legitado para poder exigir explicaciones a la actual autodenominada junta.
Seguiremos Informando…
