Fallece Oriana Fallaci, el paradigma de la entrevista

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La escritora y periodista italiana Oriana Fallaci murió anoche en un hospital de la ciudad de Florencia. La profesional de 77 años, sufría cáncer desde hacía varios años. Siempre polémica, tras el 11S escandalizó su postura contra la religión musulmana. Como periodista, Fallaci fue el paradigma de la entrevista en profundidad y del personalismo al servicio de la información. Al margen de su controvertida personalidad, Oriana Fallaci es uno de los principales referentes en las escuelas de periodismo de todo el mundo.  

 

Durante décadas sus entrevistas a los personajes más tantes del mundo de la política y de la sociedad, fueron la guía de las escuelas y los estudiantes de periodismo. Con un talento inagotable Fallici fue el paradigma del periodista duro e interpelador, que atosigaba a su entrevistado hasta sacar todo la información que necesitaba. Casi todo quienes hemos estudiado periodismo hemos conocido a Falacci en su mejor versión y en el ejemplo a seguir en esto de la información.

 

Como corresponsal de guerra ha seguido todos los conflictos de nuestro tiempo, desde Vietnam a Oriente Medio, desde IndiaPakistán a Latinoamérica, y ha logrado entrevistar a numerosos líderes y celebridades del siglo XX como Henry Kissinger, el Sha de Persia, el ayatolá Jomeini, Willy Brandt, Zulfikar Ali Bhutto, Walter Cronkite, Muammar Gaddafi, Federico Fellini, Sammy Davis Jr, Nguyen Cao Ky, Yaser Arafat, Indira Gandhi, Alexandros Panagoulis, Golda Meir, Haile Selassie, Mao Tse Tung, John y Robert Kennedy y Sean Connery.

 

Después de una brillante carrera y retirada a principios de los noventa, tuvo una segunda juventud tras de los atentados del 11S, los que vivió en prera persona. Comenzó a partir de esta fecha una cruzada contra el mundo occidental su aparente pasividad ante la arremetida de Oriente. Fue procesada y absuelta en Francia y condenada in absentia en Suiza el contenido xenófobo de su libro La rabia y el orgullo, donde califica de ‘filoislámicas’ a la ONU y a la Unión Europea; afirma que Europa debería llamarse ya ‘Eurabia’ y describe un continente supuestamente sumiso ante la poderosa inmigración musulmana y la arrogancia de los inmigrantes de religión islámica.

 

Desde que rompió su silencio con La rabia y el orgullo, ha dedicado sus obras ‘a defender la civilización occidental, no frente a la musulmana, sino frente al fundamentalismo islámico’. En opinión de la escritora, existe un alarmante proceso de islamización de Occidente, proceso que, en su opinión, habría contado con la complicidad de la izquierda europea. Esas polémicas tesis le han granjeado no pocos problemas (incluidos procesos judiciales ‘difamación contra el Islam’) y campañas en su contra, aunque cuenta también con numerosos defensores.

 

La periodista, que empezó su carrera a los 16, descubrió el tumor en el invierno de 1991, pero en aquella época se encontraba traduciendo frenéticamente su obra Inshallah y no quiso interrumpir su obsesivo trabajo con una visita al doctor. En verano, cuando acabó con las correcciones de la edición norteamericana, voló hasta Milán y en menos de 24 horas estaba en el quirófano para ser intervenida.

 

Su infancia transcurrió en la Italia fascista de Mussolini. Su padre era un activo antifascista, que sin duda influyó en las ideas de una jovencísa Fallaci que, todavía adolescente, fue partisana durante la II Guerra Mundial, uniéndose a la resistencia armada contra la ocupación nazi en su Toscana natal. Nacida en una familia sencilla, estudia medicina en la universidad de Florencia a base de becas, pero nunca termina la carrera, y poco después, inició una extensa carrera como periodista.

 

Siempre desde posiciones liberales y laicas, su estilo literario fue apasionado, controvertido y polemista. Ha tocado todo tipo de géneros, desde la opinión, a los retajes o la entrevista. Sus libros se venden millones y han sido traducidos en más de treinta países. Ha recibido numerosos galardones y reconocientos, entre los que destaca el Doctorado del Columbia College de Chicago.

 

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