El tavoz del PSOE en la Asamblea, Rafael Sancas, ha dedicado gran parte de su discurso a presentarse como ‘alternativa’ y como pulsor de un gobierno de cambio’. No faltaron las acusaciones al PP de estar fomentando con su política ‘la discordia’ y la ‘incitación a la xenofobia desde la calle Génova’.
El tavoz del PSOE en la Asamblea, Rafael Sancas, ha dedicado gran parte de su discurso a presentarse como ‘alternativa’ y como pulsor de un gobierno de ‘cambio’. No faltaron las acusaciones al PP de estar fomentando con su política ‘la discordia’ y la ‘incitación a la xenofobia desde la calle Génova’.
Rafael Sancas ofreció su “apoyo” a la Presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, para que en los ochos meses que quedan hasta las elecciones sean útiles, asuma cinco compromisos, entre ellos elevar el gasto educativo un 25 ciento en los próxos presupuestos de la Comunidad.
Le propuso además un “gran” acuerdo entre los tres niveles de la administración para elaborar un plan de movilidad sostenible y un plan de coordinación de obras públicas que incluya la congelación de tarifas del transte público para los próxos tres años.
El tavoz del PSOE le reprochó a Aguirre “haber fomentado la discordia entre Gobiernos, entre Madrid y otras comunidades de España, entre los propios madrileños. Ha hecho sentir a muchos que Madrid es un ente hostil a su identidad o a sus derechos y ha convertido nuestras instituciones en trincheras de combate”.
Insistió en que los tres años de mandato de Aguirre han sido “tres años de pelea constante” en los que, “cuando se le han acabado los contrincantes del bando contrario, los ha buscado en el propio haciéndonos saber que le asquea el personalismo de RuizGallardón“.
Tras defender que Madrid “ha de estar siempre dentro de España en el lado de la concordia y no en el de la discordia entre los españoles”, Sancas ofreció un gobierno de cambio “progresista” y “moderno”, que trabaje “exclusivamente a favor del interés público”, que “fortalezca” los servicios públicos y dispuesto a “cooperar lealmente con todas las instituciones de cualquier color político”. Aseguró que Madrid está “funcionando claramente debajo de sus posibilidades” y se mostró convencido de que presenta un creciento “enfermo” y “desordenado”, frente al creciento “sano” y “ordenado” que prometió, si gana las elecciones.
También, revisar los contratos de construcción y puesta en marcha de los nuevos hospitales para garantizar que su gestión sea pública; y encargar a las universidades públicas madrileñas la redacción de un Plan Regional de Estrategia Territorial que ate al urbanismo “racionalidad”, “lpieza” y vivienda protegida.
Por últo, le reclamó que pulse un “gran acuerdo social e institucional para promover la convivencia y la integración de los inmigrantes”, tras criticar su “falta de seriedad” en este asunto y su “incitación a la xenofobia desde la calle Génova”.
Sancas también acusó a Aguirre de llevar tres años “haciendo favores debajo de la mesa a los más poderosos, a los que se benefician del urbanismo especulativo y a los que meten la cuchara en el desmantelamiento y la privatización de los servicios públicos”. Afirmó que el “desmadre urbanístico” de la región es el “cáncer que hay que atajar antes de que sea demasiado tarde” y defendió la Educación y la Sanidad públicas frente a la “vocación privatizadora” de la presidenta.
Rafael Sancas, que al final de su discurso recibió la ovación de los diputados de su grupo puestos en pie y el aplauso también de algunos parlamentarios de IU, argumentó que “hay dos clases de políticos: los que fomentan la concordia y los que fomentan la discordia” y le dijo a Aguirre que ella era “de los que se dedican a fomentar la discordia”.
