Decía Montilla, lo decía en la radio, que Múgica, el defensor, es esclavo de su peripecia personal cuando anuncia el recurso de inconstitucionalidad el estatuto de Cataluña. Le quieren inhabilitar.
Cada vez estamos más cerca de cumplir lo que sufrieron los que sobrevivieron al holocausto. Leo esta cita en un “Un instante de silencio ante el paredón” (Imre Kertész. Herder. 1998): “Nosotros, las víctas, apareceremos como los verdaderamente incorregibles e irreconciliables, como los reaccionarios, en el sentido estricto de la palabra, opuestos a la historia y el hecho de que algunos de nosotros sobreviviéramos se presentará últo como una avería”. La sobria predicción es de otra vícta de los nazis, Jean Améry.
Es lo que dice Montilla, que Múgica está averiado, que los pistoleros terroristas mataron a su hermano. Ése es, así es, el candidato socialista a la Generalidad. Y eso que todavía no han nominado a todos los que correrán en la carrera de mayo ayuntamientos y autonomías.
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