La plaza de Santa María Soledad Torres Acosta, conocida también como plaza de la Luna, estará totalmente reformada para el mes de mayo, de acuerdo a un proyecto municipal que costará cerca de cuatro millones de euros y que el Ayuntamiento asegura haber consensuado y ser del gusto de los vecinos.
El proyecto, al que aún se incorará alguna propuesta vecinal, fue presentado el alcalde de Madrid, Alberto RuizGallardón, y la concejala de Medio Ambiente, Paz González, en una rueda de prensa tras la reunión de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento.
El nuevo diseño de la plaza supondrá la restricción al tráfico rodado del tramo de la calle Tudescos que la atraviesa y la divide, la ralentización de la circulación y la nivelación de todos los viales que rodean la plaza, prando el uso peatonal. Se modificará igualmente, a propuesta de los vecinos, el sentido de los accesos al aparcamiento subterráneo, de modo que los que ahora son de salida serán de entrada y viceversa.
En estudio sigue otra iniciativa vecinal, la que pedía el ensanchamiento de las aceras aunque sea a costa de reducir el número de plazas de aparcamiento en superficie, para la que el Ayuntamiento ha pedido a los representantes de los residentes de la zona ‘un consenso lo mayor posible’.
La propuesta de remodelación crea en el centro de la plaza un gran ‘escenario’ vacío que invite al desarrollo de actividades dinámicas, de ocio y artísticas, mientras que hacia la gradas peretrales se plantean otras posibilidades como el estableciento de mercadillos o terrazas, explicó la concejala.
La responsable de Medio Ambiente indicó que el proyecto contempla duplicar los actuales 20 árboles, que se situarán en las zonas peretrales para crear un ‘filtro vegetal’ delante de las edificaciones. Todo esto se completará con la instalación de una zona para el recreo de los más pequeños, así como un juego de agua para el disfrute de vecinos que habían propuesto construir allí una ‘playa’ artificial y los visitantes.
Se ha previsto también una iluminación nueva, más ecológica y de mayor intensidad lumínica, tanto más segura, entre otras cosas sustituyendo el actual falso techo de los sotales un techo de luz.
