Se vota en Bruselas el apoyo del Parlamento Europeo al diálogo con Eta y justo el mismo día Zapatero anuncia el nombre definitivo del candidato a la alcaldía de Madrid. ¿Casualidad o intención? ¿Sabía ZP que no iba a conseguir una amplia mayoría e incluso que su propia gente, entre ellos Rosa Díez, iban a votar en contra y trató de desviar la atención para hacer menos ridículo? Lo cierto es que desde que han llegado los socialistas al Gobierno su trayectoria está llena de casualidades: Condenan a los tres policías que detuvieron a dos militantes del PP acusados agredir a Bono que se demuestra que no fue verdad y que la detención fue ilegal y salta el escándalo de Forum Filatélico y Afinsa. Se vota el Estatuto de Cataluña a finales de marzo después de varios meses de largo y polémico debate con el consiguiente desgaste del ejecutivo justo estalla la operación Malaya… y suma y sigue.
Sea Bruselas sea las 350 pistolas robadas Eta o sea lo que sea, los socialistas de Madrid ya pueden ponerle cara a su hombre municipal, aunque la mayoría desearía no ponérsela de momento, que para lo que hay que ver. ZP ha nombrado sus machos a Miguel Sebastián oponente de Gallardón y la noticia ha caído en la familia de Madrid como un jarro de agua fría. Una decisión precipitada la negativa de Bono, que dejó a su presidente compuesto y sin novio, y la posibilidad de que finalmente no le quede más remedio que poner a la De la Vega dejándole con el culo al aire, que vamos a ser sinceros, la que lleva los pantalones en la Moncloa es ella.
El caso es que volando a Barcelona a Z se le encendió la bombilla, pocas veces se enciende pero cuando lo hace… miró a su derecha y ahí vio la solución. ¿Meses dice, pensando en Sebastián? Z no quiso sacrificar a Jénez y eso la sacó de Madrid, ni Bono, ni Felipe, ni Borrel, ni Solana, ni Zerolo (bueno este si pero no le han dejado), ni Peces Barba, ni otros tantos querían despeñarse y dar de bruces contra el suelo. Así que Z tuvo que buscar a alguien que poner ante las fauces a Gallardón y lo encontró. Su asesor personal, un hombre que jamás ha dado un mitin, un hombre que no conoce la política madrileña, un hombre que los militantes no quieren, un hombre que ni siquiera es militante, un hombre que no conoce nadie, un economista… en definitiva, un hombre al que no le hace el daño que a otros perder unas elecciones, que en el PSOE ya saben que lo tienen muy negro en el Ayuntamiento, aunque a Pepiño le ponen los retos.
En fin, pongamos que hablo de Madrid…
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