MÉXICO D.F. (31/10/06) El conflicto que sacude el estado de Oaxaca desde hace cinco meses ha tenido como constante protagonista a periodistas y medios de comunicación, que han sido amenazados y ocupados los manifestantes. La muerte de un periodista estadounidense el pasado vies ha llamado la atención de la prensa internacional sobre este convulsionado punto del mapa mexicano, donde la agresión a la prensa nacional es el pan nuestro de cada día. Mientras, el gobernador Ulises Ruiz sigue aferrándose al poder.
MÉXICO D.F. (31/10/06) El conflicto que sacude el estado de Oaxaca desde hace cinco meses ha tenido como constante protagonista a periodistas y medios de comunicación, que han sido amenazados y ocupados los manifestantes. La muerte de un periodista estadounidense el pasado vies ha llamado la atención de la prensa internacional sobre este convulsionado punto del mapa mexicano, donde la agresión a la prensa nacional es el pan nuestro de cada día. Mientras, el gobernador Ulises Ruiz sigue aferrándose al poder.
Hasta que murió el periodista, de nacionalidad estadounidense, las autoridades federales, entre ellas el presidente saliente Vicente Fox, han preferido mirar hacia otro lado para, según algunas versiones de prensa, no enlodar los últos días de mandato que le quedan. Pero la irresponsabilidad de dejar que el conflicto se prolongue sin control durante tantos meses será uno de los saldos históricos que, seguramente, deberá enfrentar el mandatario.
Durante todo este tiempo las agresiones a periodistas y a medios de comunicación de comunicación han crecido exponencialmente, al mismo ritmo que la indiferencia de las autoridades centrales.
El más dramático de estos episodios ha sido el protagonizado el camarógrafo estadounidense de Indymedia, Brad Will, que grabó su propia muerte, de la que Reteros Sin Fronteras hizo responsable al propio Ulises Ruiz, debido a que se produjo la acción violenta de la policía municipal. En ese momento también resultó herido de baja el fotógrafo del diario Milenio, Osvaldo Ramírez.
El caso más reciente es el del periodista de TV Azteca Federico Anaya, que fue abordado y aprehendido varios spatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y profesores de la sección 22 del sindicato magisterial, que lo acusaron de mentir en sus informaciones. Mientras lo paseaban las calles del centro de la ciudad, los insultaron y agredieron físicamente. Los reteros que intentaron liberarle de sus captores, también fueron golpeados, según informa el periódico mexicano El Universal.
Las protestas se centran en una petición irrenunciable: la salida del poder del gobernador Ulises Ruiz. La acción de la APPO y de los sindicatos se ha traducido en la ocupación de las instalaciones de varios medios de comunicación de la zona. De momento, se resisten a entregar las antenas de Brenamiel y mantiene cerrados los accesos a la Radio Universidad, desde donde dan cuenta de los avances y enfrentamientos con los efectivos de la Policía Federal que se encuentra desplegada en la zona.
La vida en la ciudad hace tiempo que ha dejado de ser normal y tampoco hay atisbos de que el conflicto se soluciones prontamente.
Seguiremos informando…