¿La televisión está dispuesta a cualquier cosa para ganar audiencia?

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En su constante batalla ganar audiencias, la televisión mundial se reinventa día a día, a veces con los formatos más insólitos. La últa noticia sobre estas rocambolescas formas de hacer televisión viene de la televisión noruega, donde un programa obliga a sus concursantes a orinar en directo, para señalar que saben la respuesta correcta. Pasada le era de los realities y agotadas todas sus fórmulas, lo últo en concursos de televisión sorprende a toda Europa.

 

Según cuenta Miguel Mielgo en JMNoticias, se trata de participar en un concurso televisivo de forma divertida donde hasta se puede ganar un dinerito llegando a la final. Pero hay que ser un poco masoquista para apuntarse voluntario al programa ‘Splitter pine gal’, algo así como ‘Dolorosamente Locos’, que se emite el canal TV2 Zebra de la televisión noruega. Un programa concurso donde los participantes tienen que hacer las cosas más inverosímiles y absurdas, como meter la nariz en un ventilador, caminar una alfombra de pinchos, ducharse con el agua sucia de la lpieza del pescado, u orinar para poder responder a una pregunta.

 

Como cuenta Miguel Mielgo, en el programa emitido el pasado miércoles con el título ‘Piss når du kan svaret’ (Mea cuando sepas la respuesta), cada uno de los participantes se sentaba en una letrina abierta de cara al público. Cuando el presentador hacía una de las preguntas del concurso, sólo podía responder el prero que conseguía orinar. Un dispositivo en la taza del váter, en la que estaban sentados, emitía una señal acústica al recibir la orina del participante que sabía la respuesta.

 

Los tres que conseguían el mayor número de respuestas correctas, después de haber conseguido orinar antes que sus contrarios, pasaban a la siguiente fase. Y si hasta aquí se trataba de no tener pudor o sentido del ridículo, en la segunda parte del concurso había que tener un estómago a prueba de bomba. Los tres finalistas de que llegaron a esta fase, tenían que competir entre risas y gestos de todo tipo, en el ‘Delikatesse restaurant’ (Restaurante de las Delicias). Sentados a la mesa como si fueran a comer, tenían que meterse en la boca el mayor número posible de ojos de cordero crudos si querían seguir adelante. Una escena nada apetitosa para verla justo después de la cena.

 

Como cuenta Miguel Mielgo en el artículo que además ha sido publicado en La Razón, la final del día era para los más atrevidos. Se trataba de celebrar una ‘fiesta nudista’ dentro de una cabina telefónica. Los dos últos concursantes se metían cada uno dentro de su cabina y, cada vez que contestaban correctamente a una pregunta, aparecían en escena un nudista. Un hombre o mujer de avanzada edad que estaban completamente desnudos, tenían que meterse en la cabina con el concursante.

 

El prero que conseguía cinco nudistas y meterlos todos en la estrecha cabina telefónica, era el que ganaba la final del día. ‘Dolorosamente locos’ es uno de los programas más vistos y entretenidos de la televisión noruega, a pesar de las críticas de los psicólogos que consideran que los concursantes se someten a una forma de hacerse daño a si mismos. O sea, una especie de masoquismo ‘light’ aunque sólo sea dinero y con muchas risas. Claramente en la televisión no está todo inventado, a pesar de lo que digan los más agoreros.

 

 

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