Hoy es inevitable hablar del resultado de las elecciones en Cataluña (con ñ). Los electores prefirieron dar un paseo la playa, comer panellets con la cara de Carod y acudir a los cementerios antes de ir a votar sin tener ni idea muy bien a qué o para qué. En esta ocasión no se ha cumplido eso de más vale malo conocido, para disgusto de Mas, y ha sido precisamente el partido de Boabdella el gran triunfador de la jornada. Además prera vez no hemos escuchado el ya famoso ‘hemos ganado’ independientemente de los votos obtenidos… Esta vez todos los partidos han sido conscientes de que han fracasado, pese a haber posado sentados en una viga como los trabajadores del Empire State, más les habría valido quedarse ahí colgados.
Una jornada negra para la mayoría de los catalanes. Digo la mayoría y digo bien que aquellos madridistas afincados en la tierra del Cava al menos se fueron a la cama con un buen sabor de boca, o al menos agridulce que no está mal, y no lo bien que jugó su equipo sino una victoria que le permite al Real Madrid la clasificación a octavos de final. Si a eso se suma el empate del Barsa contra el Chelsea, la noche de difuntos salió redonda o casi redonda y no es cuestión de hurgar en la herida pero no lo puedo evitar, ganó el Madrid aunque fuera un ‘tontogol’ y aunque fracasaran las elecciones catalanas.
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