RSF condena el asesinato de cuatro periodistas y tres colaboradores de los medios de comunicación en las ciudades de Mosul y Bagdad registrados durante las últas dos semanas.
Reteros Sin Fronteras (RSF) condena el asesinato de cuatro periodistas y tres colaboradores de los medios de comunicación en las ciudades de Mosul y Bagdad registrados durante las últas dos semanas.
Después de la muerte de la periodista Fadia Mohammed Ali que fue muerta cuando se dirigía con su chofer a su oficina en el diario Al Masar, grupos desconocidos han asaltado el domicilio de otro periodista en Bakuba y la sede de una televisión privada en Bagdad.
Para RSF, en el conjunto de estos casos se trataba de ataques dirigidos a elinar o intidar a periodistas. A pesar de que la gran mayoría de la exacciones contra la prensa tienen lugar en la capital iraquí, esta nueva violencia demuestra que nadie está salvo en el país. A los periodistas se les acosa en todo el territorio, entre otras cosas pertenecer a medios de comunicación cuya línea editorial desagrada a algunos grupos, que les silencian de la forma más cobarde que existe.
En Mosul (a unos 400 km. de Bagdad) unos hombres armados mataron el 13 de noviembre de 2006 a Mohammed Al Ban, camarógrafo de la televisión iraquí Al Charkiya. Unos individuos que iban en un coche atacaron al periodista delante de su domicilio en el barrio de Al Nour, en el centro de la ciudad. Se trata del segundo empleado del canal al que han matado desde el comienzo del mes. Mohammed Al Ban también había colaborado con el principal diario local, Al Massar, del que el 15 de noviembre de 2006 han matado a otra periodista, Fadia Mohammed Alí, junto con su chofer, cuando acudía al lugar de trabajo.
En un ataque silar, el 2 de noviembre de 2006 mataron junto con su chofer al periodista Qoussai Abass, del diario Tariq Al Chaâb afiliado al Partido Comunista, cuando acudía a la sede de la redacción en Bagdad. Por otra parte, el 8 de noviembre de 2006 unos individuos armados invadieron el domicilio del periodista freelance Alí Al Hajiyeh en el barrio de Al Tahrir, en Bakuba, a unos cuarenta kilómetros al norte de Bagdad. Rompieron puertas y ventanas y robaron en la casa, antes de prenderle fuego.
El periodista acababa de marcharse de la ciudad para poner a salvo a su familia en Bagdad, después de que algunos días antes dispararan contra su domicilio. Finalmente, el 7 de noviembre de 2006 explotaron varios obuses de mortero delante de la oficina del canal privado de televisión chiíta Al Anouar en Bagdad, causando cinco heridos entre los guardias de seguridad. Desde el comienzo del conflicto en 2003 han matado a 133 periodistas y colaboradores de medios de comunicación en Iraq y han secuestrado a 51, de los que actualmente hay todavía cuatro retenidos como rehenes.
AGENCIAS
