UNICEF pide el fin de la telebasura en el aniversario de la TV

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Cultural, entretenida, detiva, informativa, cinéfila y últamente adicta a la telerrealidad. Así es la televisión, ese gran desconocido que nos acompaña en nuestras casas hace cincuenta años. Cincuenta años en que hemos en que han quedado plasmados los acontecientos más tantes de la historia reciente de la humanidad y que se ha quedado marcada buena parte de la historia de este país. Hoy, en su día, la televisión se nos presenta en su mejor momento y con un potencial enorme aún queda descubrir. Splemente… Feliz día.

 

En 1996, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó Día Mundial de la Televisión el 21 de noviembre, en conmemoración de la fecha en que se celebró en 1996 el prer Foro Mundial de Televisión en las Naciones Unidas. En la otunidad se invitó a los Estados Miembros a  observar el Día alentando intercambios mundiales de programas de televisión referentes a cuestiones de la paz, la seguridad, el desarrollo económico y social y la profundización de los intercambios culturales.

 

Diez años después, una media de 228 televisores cada 1.000 habitantes en todo el planeta, hasta cincuenta millones de personas congregadas en torno a un solo programa y un negocio de billones de dólares en inversión publicitaria, salarios millonarios y equipo técnico. Así es la televisión: inmensa y faraónica, pero a la vez ínta y personal. Un medio de comunicación que ha trascendido todas las fronteras y que ha batido todos los records en sus casi noventa años de historia a nivel mundial y sus cincuenta años en España.

 

En el caso de España, el últo anuario de la SGAE ha revelado que los gallegos son los que menos tiempo dedicaron a ver la televisión en 2005, con una media de tres horas y diez minutos diarios. En el lado opuesto se encuentran andaluces y valencianos, que cada día de 2005 se pasaron más de cuatro horas ante la pequeña pantalla, en concreto 227 y 223 minutos, respectivamente.

 

Otra de las tendencias que constata el Anuario de la SGAE es el envejeciento de la audiencia. De hecho, si en 1993 el 19,9% de los telespectadores eran mayores de 65 años, en 2005 este grupo de población ascendió al 25%. Entre los más jóvenes, el descenso del tiempo de ocio dedicado a la televisión se traslada en favor de los videojuegos o Intet. Así, entre los niños de 4 a 12 años representan sólo el 5,8%, cuando en 1993 eran más del 10% de los televidentes.

 

En el Día de la Televisión, las Naciones Unidas también han querido advertir de la calidad de la televisión, cada vez más cercana a formatos lejanos de la función educativa del medio. ‘No es justo ignorar emisoras y programas que realizan labores sociales de gran valor cultural y educativo, especialmente en muchos países en desarrollo, pero la presión de beneficios económicos inmediatos, la falta de criterio cultural y social e, incluso, el desprecio la audiencia nos acerca cada vez más a lo que se ha llamado la telebasura’, señala la Unicef.

 

Para las Naciones Unidas, este es el panorama que abunda cada vez más en muchas televisiones: programas con una calidad mína que atraen al espectador con situaciones morbosas, sexo, violencia, sensiblería, supersticiones y humor grueso, un exceso de acontecientos detivos, telenovelas mediocres, concursos en los que se ridiculiza a los participantes, programas del ‘corazón’ donde aparecen personajes grotescos que quieren ser famosos a toda costa.

 

Según UNICEF todos estos programas son un obstáculo para la cultura, desinforman más que informar presentado la realidad de una manera splista y demagógica y, en algunos casos, atentan contra derechos fundamentales como el honor, la intidad, el respeto o la presunción de inocencia. No obstante, estos formatos son los que presentan mayores audiencias.

 

Si nos ceños sólo a España, para nadie es un misterio que los eventos detivos son los que congregan mayores audiencias y prácticamente revientan los audímetros. Las carreras de Fernando Alonso, los derbys del fútbol o las audiencias de las motos, son valores seguros de audiencias y de ingresos publicitarios para los canales que los emiten.  Silar situación se vive con la denominada telerrealidad. Nueva forma televisiva que debutó a mediados de los años noventa y que durante una década se ha reinventado para conseguir más audiencia.

 

Los puristas la critican advirtiendo de su peligrosidad para la televisión, aunque semana a semana, no menos de cuatro millones de personas en España se sientan frente a Gran Hermano, Operación Triunfo, la Casa de tu vida y Supermodelos. A favor de la tele podemos decir que el aparato en sí no es malo, sino que depende de cómo se utilice. De todas maneras, siempre existe la posibilidad de apagar la televisión.

 

Seguiremos Informando…

 

 

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