Botella abre el Congreso sobre Derechos Humanos y Prostitución

La concejala de Empleo y Servicios a la Ciudadanía, Ana Botella, ha sido la encargada de inaugurar hoy el Congreso Internacional sobre Derechos Humanos y Prostitución, en el Círculo de Bellas Artes, quien ha manifestado que ‘la prostitución es una forma de esclavitud y un claro ejemplo de violencia contra la mujer’. También ha expresado la posibilidad de que la prostitución se convierta en una actividad legal en la Comunidad.

La concejala de Empleo y Servicios a la Ciudadanía, Ana Botella, ha sido la encargada de inaugurar hoy el Congreso Internacional sobre Derechos Humanos y Prostitución, en el Círculo de Bellas Artes, quien ha manifestado que ‘la prostitución es una forma de esclavitud y un claro ejemplo de violencia contra la mujer’.

En cuanto al Plan contra la Explotación Sexual que el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha hace tres años para terminar con la explotación, ha dicho que sus objetivos se centran en ofrecer información, apoyo, atención y alternativas a las mujeres prostituidas que quieran abandonar el ejercicio de la prostitución; conseguir que Madrid no sea un destino fácil para las mafias que se dedican a la trata de blancas y cambiar la percepción social de la prostitución para que no se dé la complicidad de los “clientes”.

El proyecto se ha visto hecho realidad mediante la campaña municipal que lleva el lema de ‘que tu pagas existe la prostitución’, o con la Unidad Móvil de Atención a Mujeres Prostitutas que ha atendido principalmente a rumanas y nigerianas en situación irregular.

La Agencia para el Empleo y la dirección general de Igualdad de Otunidades ha diseñado cuatro cursos de empleo y formación para mujeres prostitutas consistentes en peluquería, cuidado infantil, teleoperadora y auxiliar de geriatría, el resultado de este plan ha resultado satisfactorio según Botella, ya que el 66% de las mujeres que han accedido han logrado un empleo.

Botella se manifestó ante el debate de legalización de la prostitución. ‘Quienes defienden su regularización parecen ignorar dos cosas que las propias experiencias en otros países demuestran su fracaso y que, en una abrumadora mayoría de los casos, las personas que ejercen la prostitución no lo hacen voluntariamente’.