Muchos recuerdan la encarnizada batalla de las cadenas de televisión hacerse con el late night, un filón de audiencias y uno de los espacios más atractivos para los anunciantes. Crónicas Marcianas, de la mano de Telecinco y Javier Sardá, mantuvo durante casi cinco años el liderazgo indiscutido y un share que rondó el 30% de audiencia. Hoy la realidad es muy distinta y los dos únicos sobrevivientes: Buenafuente y Noche Hache, difícilmente mantienen una cuota conjunta del 22%. Todo, con nuevos actores en el horizonte.
El late night no es lo que era. Desde la épica batalla entre Crónicas Marcianas y Buenafuente, el prer semestre del año 2005, esta codiciada franja ha experentado una estrepitosa caída en espectadores, ha perdido toda figuración pública y mediática y sus contenidos se han extraviado en altas horas de la madrugada.
Durante más de cinco años Javier Sardá fue el líder indiscutido, generando audiencias millonarias y cuantiosos ingresos publicitarios para Telecinco. El éxito de Sardá en un programa tan odiado como seguido, generó que sus contenidos se convirtieran en una referencia mediática para sus seguidores y en un modelo que otras televisiones intentaron seguir, muchos de ellos sin éxito, Azotea del Wyoming incluida. Todo ello hasta que a finales de 2004, Andreu Buenafuente irrumpió en las noches de Antena 3, convirtiéndose en el prer rival serio para el periodista catalán y compañía.
Durante casi un semestre (hasta que Crónicas bajó el telón) los dos programas compitieron palmo a palmo, llegando durante algunas jornadas al 30% de share cada uno, una marca nunca antes conseguida un espacio en esa franja horaria. Tras la salida de pantalla de Crónicas en julio de 2005 con un Javier Sardá argumentando razones de agotamiento profesional, Buenafuente se quedó como el líder absoluto del late night.
Posteriormente se realizaron diversos experentos. Uno de los más estrambóticos, fue la vuelta de Ruffus y Navarro, con un Pepe Navarro que intentó reproducir el éxito alcanzado ‘La sonrisa del pelícano’ en noviembre de 2005. La vuelta de Navarro no tuvo éxito y duró sólo dos meses en antena. Debutó con un 20,4% de cuota de pantalla, aunque con el transcurso de las ediciones cayó hasta el 12% de share y poco más de 600.000 espectadores.
Por esas mismas fechas debutaba Noche Hache una de las apuestas fuertes de una recién nacida Cuatro y se sumaba a la batalla TNT, que haciendo uso y abuso del marillismo al servicio de la tele, intentó cubrir el hueco dejado Sardá en Telecinco. Ninguno de ellos logró hacer sombra a Buenafuente, al menos durante la prera parte del año. No obstante, esta temada las cosas son muy distintas. Andreu Buenafuente ha perdido su brillo habitual, TNT se ha tomado un receso hasta enero tras lograr un 16% de share y Noche Hache intenta consolidarse con cuotas de pantalla levemente superiores a la media de su cadena.
Y es que las últas semanas no han sido nada favorables para la otrora codiciada franja horaria. Buenafuente se mantiene discretamente sobre el 15% de audiencia, la mitad de lo que lograba en sus buenos tiempos (y a pesar de estar compitiendo prácticamente en solitario), mientras que Eva Hache no pasa del 7% en Cuatro. Otras apuestas del trasnoche como 59 Segundos tampoco han tenido el éxito esperado y en esta nueva temada se ha estancado en el 13%, aunque con un formato radicalmente opuesto.
No obstante, esto no ha sido pedento para que las cadenas sigan intentándolo. La 2 ha presentado esta semana ‘DCalle‘, un espacio conducido la actriz Cayetana Guillén Cuervo y realizado en su mayoría mujeres, que quiere tomarse las noches de los jueves. La Sexta también ha reubicado El Intermedio de El Gran Wyoming en su franja de madrugada, repitiendo su emisión vespertina y Telecinco ya anuncia la vuelta de TNT, esta vez con una nueva productora ¿Les depararán éxitos o fracasos? Lo único cierto es que el late night ha dejado se ser la referencia televisiva que fue hace un par de temadas.
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