Después de que el Ministerio de Sanidad denunciara que la empresa Burger King no cumplía con los acuerdos de la Estrategia NAOS, firmados ambas partes, en los que se comprometía a no incentivar el consumo de raciones gigantes, como medidad para tratar de paliar la obesidad, la empresa de comida rápida ha lanzado un nuevo órdago al Ministerio.
Si la XXL ya hizo poner el grito en el cielo a la administración, ahora Burger King ha lanzado la triple Whopper, tres veces más grande que una hamburguesa normal. Amparandose en la libertad que se le concede a cada cliente, Burger King no sólo no parece dispuesta a recapitular con respecto a su política alentaria, sino que pretende demostrar que no hay nada malo en su actuación.
Mientras tanto la Agencia Española para la Seguridad Alentaria, AESA, ha anunciado que estudiarán tomar medidas legales contra la empresa, considerar que rompen el contrato firmado en febrero de 2005.
Burger King, su parte, se abstiene de hacer cualquier declaración, y remite al comunicado que emitieron la semana pasada con respecto a la polémica la campaña de las hamburguesas XXL. En este comunicado declaraban que sus menús ‘ofrecen al cliente libertad de elección absoluta, dejando que sea éste el que diseñe su menú a partir de unos ingredientes base cuyo común denominador es la calidad’.