PRNoticias ha hablado con Enrique López, tavoz del Consejo General del Poder Judicial, sobre cómo tratan los medios de comunicación los asuntos relacionados con la justicia, cómo valoran los ciudadanos el poder judicial y qué responsabilidad tienen los jueces en todo esto. En una entrevista en la que se ha mostrado muy tranquilo, Enrique ha señalado que parte de la prensa, especialmente la prensa rosa, muestra una absoluta falta de rigor al tratar informaciones relacionadas con la justicia.
¿Es el periodismo un aliado de la justicia?
Sin lugar a dudas. Desde el Consejo actual siempre hemos considerado que hay buscar una sinergia entre el poder judicial y los periodistas, que son nuestros mejores aliados para difundir la actividad del Poder Judicial y de esa manera, ser más transparentes, más conocidos y más valorados.
¿Os esforzáis vosotros en que sea así?
Hasta hace pocos años la información de la justicia que se difundía dependía de las fuentes directas que se tuvieran, del grado de conociento de un juez…nosotros lo que estamos intentando es democratizar las fuentes de información.
Cuando los periodistas informar sobre procesos judiciales ¿influyen en ellos?
Afortunadamente en España tenemos un alto grado de independencia judicial y el mayor peligro para la independencia de los jueces viene de ellos mismos. El juez más independiente es aquél que se considera más libre de sus precondiciones. Los jueces en España afortunadamente estamos muy protegidos y solo se influye en quien quiera ser influido, nada más. Es verdad que algunas campañas de prensa han podido tener alguna influencia en el áno de algún juez concreto, pero nunca en su decisión.
¿Pero existe la pretensión parte de algunos periódicos, de influir en las decisiones judiciales?
Directamente no intentan presionar a los jueces, pero hay medios de comunicación que se posicionan en determinados juicios, fruto de una línea editorial, lo que puede generar a veces una opinión pública a favor o en contra de determinadas decisiones, pero los jueces tienen que estar enca de eso. No podemos decidir en función de que la opinión pública pueda estar más o menos contenta, que colocaríamos la justicia en una escala de valor subjetiva.
¿Es positivo o negativo, que los medios se posicionen en un lado u otro en determinados procesos?
En democracia es inevitable que los medios opinen, lo único que se puede exigir es responsabilidad profesional. Si lo que pretendemos del periodismo es pura y únicamente objetividad, con un solo periódico valdría.
¿De quién es la responsabilidad de que los españoles valoren mejor la justicia: de los medios, del gobierno, del poder judicial?
Es responsabilidad de todos. En nuestras encuestas aparecen que nuestros tribunales de justicia nunca están a la cabeza de las instituciones más valoradas, pero tampoco en las menos. Desde luego nosotros nunca aparecemos en últo lugar, a pesar de lo que diga la últa encuesta del CIS, que nos colocaba en esa posición. Cuando preguntamos a los ciudadanos si consideran que la justicia funciona bien o muy bien solo un 18% la valora bien o muy bien. Pero cuando le preguntamos solo a los ciudadanos que saben cómo funciona bien la justicia, el centaje aumenta a un 28%. Esto lo que nos obliga es a hacer una política de agen, de transparencia, de comunicación…que cuanto más se conoce la justicia, más se la valora.
Los escándalos urbanísticos ocupan casi a diario las tadas de los medios, ¿cree que se está informando correctamente sobre esto?
En esta materia se está notando una cierta falta de rigor, que se están tratando igual las noticias respecto a conflictos urbanísticos que ya está judicializados y aquellos que no están judicializados. Se está dando a entender a la ciudadanía que los Ayuntamientos se financian ilegalmente, que los políticos son todos corruptos y esto no es bueno. Hay que distinguir de aquellos asuntos donde ya hay putados y aquellos en los que existen dudas. Hay una corriente editorial, no voy a identificar medios, que están intentando colocar el urbanismo ahora como un gran problema de la sociedad española, con determinados fines. Están muy interesados en colocar esto en prera línea. Esto está generando un excesivo grado de alarma en la sociedad española. Por poner un ejemplo: hoy hoy cuando se habla de recalificación, gran parte de la ciudadanía lo entiende como un delito y esto no es así.
¿Qué está pasando con Marbella?
El caso de Marbella tiene unas densiones absolutamente desorbitadas y excepcionales y este caso está creando una serie de sospechas sobre muchos Ayuntamientos. No puede medirse toda la política española este caso. En Marbella se ha demostrado que se utilizaba un Ayuntamiento para hacer delitos, era una especie de máquina de cometer delitos, pero esto no ocurre en el resto.
Tan excepcional es, que asuntos antes tratados la prensa tradicional, ahora aparecen constantemente en la prensa rosa. ¿Cree que esto influye negativamente en los ciudadanos?
La prensa rosa lo que está contribuyendo es a desenfocar la naturaleza del problema y al final lo que hace que una noticia sea más atractiva es el glamour del personaje y no el delito que ha cometido. Cuando se hacen tratamientos en este tipo de programas de noticias relacionadas con la justicia, lo general se suelen hacer con mucha falta de rigor.
¿Le da la presión de que ya cualquiera puede hablar de procesos judiciales?
Hay una absoluta falta de información con un agravante y es que muchas veces quien se presenta en ese tipo de programas lo hace como una fuente autorizada y quien está viendo esos programas considera a ese periodista, o a ese tertuliano como una fuente autorizada y está creyendo lo que está diciendo. Y yo cuando lo veo, se que hay una absoluta falta de rigor.
¿Cómo se soluciona esto?
Soy más partidario de la autorreflexión y la autodisciplina que de que intervengan los tribunales. En los programas donde la información es el 2% y la opinión el 98%, lo prero que habría que aclarar es que se está opinando y no informando.
Usted ha dicho que los periodistas son un aliado de los jueces, pero estamos poco acostumbrados a ver sus caras y nombres. Es verdad, que algunos, como el Juez Garzón, son muy conocidos para la prensa y la opinión pública. ¿Deberían seguir los jueces la línea del Juez Garzón saliendo más en la prensa?
Yo creo que los jueces, como los buenos árbitros, deben pasar desapercibidos. En la justicia los protagonistas son los ciudadanos. No es bueno que el juez se convierta en noticia. Lo que sí queremos es que la información de la justicia sí fluya con facilidad hacia la ciudadanía. Pero esto no se consigue con jueces mediáticos ni con jueces estrella, esto se consigue dando información a través de canales estructurados.
