¿Qué opina usted de las manifestaciones en contra del diálogo con los terroristas? Parece que cada vez va mas gente ¿no?, lo menos, la últa de Madrid fue multitudinaria.
Si, las ágenes que vi en televisión parecía que había más de las cien mil personas que contó la delegación del gobierno. Sin embargo, no se bien qué decirle al respecto. Algunas personas ya están comenzando a culpabilizar a la de una eventual ruptura de la “tregua” a cualquiera menos a quien la rompe.
He oído esos fueros la opinión de que las víctas del terrorismo que se manifestaron quedarían en un enorme compromiso en el caso de que el terrorismo resucitase. ¿Qué dirán entonces?, se preguntan.
Bueno, yo creo que hace falta ser, o bien, muy sple, o bien, muy retorcido para plantear esa pregunta. Las víctas del terrorismo, llegado ese desgraciado caso, no dirían sino lo que han venido manteniendo hasta ahora. Es decir, solidaridad con las víctas y derrota del terrorismo.
Pero bueno, ¿Cómo puede poner alguien en duda un mensaje tan claro?
Pues mire, yo creo que únicamente lo puede poner en duda alguien que se quiera poner anteojeras, y contemplar la realidad desde un punto de vista totalitario.
Pero, insisto, es que, si nos negamos a negociar con el terrorismo, éste puede seguir dando zarpazos mortales. Yo creo que esta es el punto de vista de muchas personas bienintencionadas. Negociar para evitar muertes.
Si, pero en otras palabras eso se llama ceder al chantaje. Yo tengo la presión de que ésta es la prera vez que se está haciendo algo así. La anterior “tregua” de la banda terrorista fue producto de su debilidad, y no existieron negociaciones políticas como están existiendo ahora. Por eso las víctas no se manifestaron, que estaban en la seguridad de que el gobierno tenía la suficiente fortaleza de áno como para no dejarse chantajear.
Bueno, puedo entender tu punto de vista. Pero es que aún así, puede que cediendo al chantaje se salven vidas. La vida humana es algo sagrado, que podría incluso justificar una lesión en la dignidad colectiva. ¿No es así? Piensa en lo que pensará la familia de la próxa vícta si es que la hay.
Ya, lo entiendo, y pese a que me parece un análisis muy prario, emocionalmente puedo entenderlo. No obstante, también te digo, que el camino de la cesión, se pueden evitar víctas a corto plazo, pero se contribuye a que a medio y largo plazo existan más víctas.
¿Cómo puede ser eso? Te ruego una explicación inmediata.
Sí hombre, te la doy encantado, ceder al chantaje terrorista legita en últa instancia su método de lucha. Aquí, en España, o en cualquier lugar del mundo, se recibirá el mensaje de que a través del terrorismo se logran objetivos, de que el terrorismo es rentable. De hecho, ya hemos tomado ese camino desde los inicios de la legislatura.
Continúa, te voy siguiendo.
Pero si es muy sencillo, ese mensaje da combustible a los grupos terroristas. “Si hay muertos sobre la mesa, el gobierno negocia”. Esto, en algún momento y en algún lugar, si que ocasionará más dolor. Un dolor conscientemente provocado. Pero si el contrario, la lucha contra el terrorismo continúa, puede haber desgraciadamente más momentos duros, pero, al menos, nosotros tendremos las manos, y la conciencia, más lpias.
En fin, ojalá que no los haya nunca más.
Ojalá, eso es lo que desean todos los que han sufrido el azote terrorista, y ponerlo en duda, es patético.
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PINOCHO, (18/12/06)
La pregunta del millón de dólares en estos días es si Augusto Pinochet fue un dictador o un salvador de la patria. Si se acude a la opinión de la sociedad chilena no se va a obtener la solución, ya que, lo que se ha visto, una mitad del país opina lo contrario que la otra. Si se acude al diccionario de la Real Academia veremos como define “dictador” de la siguiente manera: “En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin litación jurídica”. Bajo la luz de la Docta Casa Pinochet fue indiscutiblemente un dictador. Sin embargo, bajo la misma luz se contempla que un dictador puede recibir de alguien sus excepcionales poderes políticos.
En síntesis, Pinochet fue un dictador que contó con un apoyo incondicional y continuado de aproxadamente la mitad de la sociedad chilena. Salvador Allende ganó las elecciones presidenciales chilenas de 1970 con un 36,30% de los votos. Sus rivales, derecha y democracia cristiana obtuvieron respectivamente el 34,90% y el 27,90% de los votos. De estos dos partidos surgió la base sociológica mayoritaria sobre la que se asentaba el régen del general. Bien apoyo directo, bien indiferencia, la dictadura de Pinochet gozó de un sote mayoritario de la población durante el tiempo que ocupó el Palacio de la Moneda.
En otras palabras, Pinochet era únicamente la personificación de un régen puesto, grosso modo, el 60% de la población sobre el 40% restante. Homo lupus est homine. El miedo al comunismo de Allende, y la bonanza económica del país, hicieron que la mayoría de los chilenos se pusiese un pañuelo en los ojos, cuando no apoyase sin ambages, los asesinatos de 3.000 personas y las torturas a otras 28.000. ¿Fue Pinochet el últo responsable de estos estragos, o fue la anóna masa social, en su mayoría instruída y de clase media, que legitó con su apoyo la dictadura del general?
La respuesta queda en el viento de la historia, junto a otra vieja pregunta, ¿puede ser un pueblo sujeto de derecho penal? Sin embargo, la historia también ofrece enseñanzas. Por mi parte, he extraído que el radicalismo engendra radicalismo de sentido contrario; y que muy bien que marche la economía de un país, la vida humana sigue siendo sacrosanta e intocable. En sus últos días sobre la tierra, Pinochet confesó que únicamente debía rendir cuentas al Hacedor. Creo que en este momento lo está haciendo, y para mí que la sentencia no va a ser favorable.
JÓ, QUE TROPA (13/12/06)
Mariano Rajoy y/o el departamento de comunicación del Partido Popular acertaron en su manera de resolver, en una sola frase, el trance en el que le colocaron los comentarios de Esperanza Aguirre sobre Alberto RuizGallardón. La rotunda frase es atribuida al Conde de Romanones, quien la habría pronunciado al recibir la noticia de que su candidatura a la Real Academia de la Lengua no había recibido ni un solo apoyo, y ello a pesar de los dineros que Romanones había empleado en comprar las voluntades de los académicos.
Ya puestos a hablar sobre el Conde de Romanones, quizá interese al lector saber que este político cabalgó entre el siglo XIX y el XX, y fue renombrado acceder a los tantes cargos que desempeñó (Alcalde de Madrid, Presidente del Senado, 17 veces ministro, y 3 veces Presidente del Consejo de Ministros), de maneras silares a aquella la que pretendía convertirse en inmortal. Por otro lado, también consiguió salvar la vida de Alfonso XIII y su familia, procurando su exilio a Italia. Quizá, sin su figura, la actualidad se hubiera escrito de otra manera.
Volviendo al tema del artículo, la frase recordada Mariano Rajoy le ha permitido sobrevolar enca de Aguirre y Gallardón sin tomar partido ninguno, administrarles cordialmente un tirón de orejas y provocar en la concurrencia unas risas que acabaron de zanjar el asunto. Además, la agudeza de la frase de Romanones ha eclipsado, aunque sea parcialmente, las frases de Esperanza Aguirre, no tan afortunadas, y mucho menos ingeniosas.
Cualquier organización política, cualquier político, debe saber que todo lo que dice o hace es meticulosamente analizado la competencia, en busca de material sensible. Por ello, en Ferraz aún no se terminan de creer el inesperado regalo que les ha entregado la Sra. Aguirre en forma de memorias. De cualquier manera, la frase de Rajoy, ha sido adecuada en forma y fondo; y además, muy propia, teniendo en cuenta el personal estilo de parlamentario deconónico que caracteriza a Mariano Rajoy.
