Lo hemos dicho en innumerables ocasiones en PRNoticias: los contenidos de las nuevas cadenas digitales tiene que recorren un largo camino, para hacerse realmente atractivos para el telespectador. Las cadenas se quejan de que no hay inversión publicitaria y que mientras sigan compitiendo con las analógicas es poco lo que se pueda hacer. No obstante, el Ejecutivo ha desatado la batalla anunciando que establecerá un observatorio para monitorear los contenidos que a su juicio no están ‘suficientemente diferenciados’.
Lo hemos dicho en innumerables ocasiones en PRNoticias: los contenidos de las nuevas cadenas digitales tiene que recorren un largo camino, para hacerse realmente atractivos para el telespectador. Las cadenas se quejan de que no hay inversión publicitaria y que mientras sigan compitiendo con las analógicas es poco lo que se pueda hacer. No obstante, el Ejecutivo ha desatado la batalla anunciando que establecerá un observatorio para monitorear los contenidos que a su juicio no están ‘suficientemente diferenciados’.
El secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, ha abierto la caja de los truenos y en una inesperada comparecencia ha criticado duramente los contenidos que ofrece en la actualidad la Televisión Digital Terrestre (TDT) carecer a su juicio de una ‘suficiente diferenciación’ de calidad con los de la analógica.
Para nadie es un misterio que el Gobierno está muy disconforme con el modelo de negocio que las cadenas están abordando para la TDT, pero ha sido una sorpresa que el propio Ros manifestara su descontento en público, frente a toda la industria reunida en el Foro TDT organizado la APD. Ros ha señalado que en los concursos para la adjudicación de frecuencias en TDT se establecieron, entre otras, condiciones de ‘programación novedosa’, ‘formato 19:6’, ‘interactividad’ y aplicaciones como ‘idiomas y guías electrónicas de programación’.
Ros ha señalado que el Gobierno no está en absoluto conforme con la marcha actual de la TDT y que ‘no están viendo que haya diferenciación de calidad en los contenidos’ entre la nueva televisión digital y la analógica. La Secretaría de Estado ha iniciado un estudio ‘analizando las parrillas de los programadores’ para vigilar ‘quién cumple más esos compromisos y en qué medida’. También se busca averiguar si se cumple con los compromisos de una oferta más novedosa, interactiva, con posibilidad de opciones y guías electrónicas de programación
Evidentemente este anuncio no ha sentado nada bien entre los canales, que siguen criticando la escasa inversión publicitaria en el sector y las erróneas decisiones del Gobierno para pulsar la televisión analógica con dos nuevos canales como laSexta y Cuatro. En privado los representantes de la cadena han señalado que el Gobierno no ata nada para la realización de la TDT, no ha comprometido fondos reales, pero que sin embargo multiplica sus exigencias.
En cualquier caso estas disputas tienen una sola causa: la escasa penetración de la TDT, unas cifras que están debajo de las estaciones, a pesar de lo que intenten decir los medios de comunicación. Y es que el Gobierno ha conformado que la fecha del 4 de abril de 2010 para el apagón analógico es ‘inamovible’, lo que cualquier desarrollo y canal debería estar en óptas condiciones para ese momento. Las previsiones más optistas señalan que cerca de seis millones de viviendas ya están preparadas para recibir la señal de la Televisión Digital Terrestre (TDT), al adaptarse las antenas colectivas de unas 300.000 viviendas en total. Esto supone que unos 11 millones de ciudadanos disponen de acceso a la señal digital terrestre.
Desde que se pudo recibir la señal se han vendido cerca de 2,5 millones de descodificadores, añadiéndose a quienes reciben la televisión satélite, el millón y medio de clientes de operadores de cable y los 400.000 abonados de la televisión ADSL. En total, aproxadamente un 25% de los ciudadanos pueden recibir la TDT. El problema es que la gran mayoría de estos decodificadores son de un nivel inferior, y permiten sólo ver los canales, sin posibilidades interactivas, ni pistas de audio, precisamente lo que permitiría esta diferenciación de la TDT con la tele analógica, sugerida Francisco Ros.
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