Como en anteriores ocasiones, el Ministerio de Sanidad ha logrado enemistar a todos los actores del sector publicitario. Si prero fue la ley antitabaco y posteriormente las hamburguesas XXL, ahora le ha tocado al controvertido anteproyecto de ley que pretende frenar el consumo de alcohol entre los menores. De momento, FEBE, FAS, la Federación Española del Vino y Cerveceros de España ( parte de los anunciantes) y AEDE, AERC, ARI y UTECA (medios) han mostrado su malestar ante una ley que afectará a un sector cuyos cinco preros anunciantes invierten alrededor de cien millones de euros al año.
La industria publicitaria ha encontrado un nuevo caballo de batalla: se trata del polémico anteproyecto de ley de medidas sanitarias para la protección de la salud y la prevención del consumo de bebidas alcohólicas menores (que así es como se denomina), cuyo contenido parece desmarcarse del enunciado que lo protege…o al menos eso es lo que opinan las principales asociaciones del sector.
Para Rafael del Rey, director general de la Federación Española del Vino, ‘el ministerio de sanidad plantea el anteproyecto de ley sobre medidas teóricamente dirigidas a menores, pero que en la práctica afecta a todo tipo de bebida de más de un grado’. Así mismo, reconoce la existencia de un problema, si bien considera que al ser un asunto de gran alcance, requiere de un amplio debate sobre el mismo, de un amplio consenso entre las partes y los ministerios afectados (además del de Salud, también están involucrados de forma directa o indirecta Agricultura, Justicia, Industria, así como ayuntamientos y Comunidades Autónomas con competencias en la materia).
‘La publicidad en el sector del vino no causa daño ni fomenta el consumo entre los menores’, afirma del Rey, quien considera que ‘la alternativa a las medidas coercitivas que plantea la administración está en fomentar el consumo responsable, la formación previa y la autorregulación de los sectores).
En la misma línea se encuentra Cerveceros de España, otra organización que ha alzado la voz ante lo que puede abrir una fuerte crisis en el sector de bebidas español: ‘consideramos que el texto del Anteproyecto contiene algunas medidas restrictivas que afectan a consumidores adultos y al ejercicio del derecho de comunicación comercial tanto en aquellos espectáculos no dirigidos a menores de edad como en el ámbito de la propiedad privada que consideramos desprocionados para el objetivo que se pretende conseguir. La patronal apuesta resolver el problema a través de la prevención, la autorregulación y la educación difundiendo patrones de consumo moderados y responsables, igual que sus homólogos del sector vinícola.
Por otro lado, ya en el mes de diciembre la FEBE (Federación Española de bebidas Espirituosas) y la FAS (Fundación Alcohol y Sociedad) desvelaron a PRMarketing y Publicidad su malestar frente a este borrador, que consideran que ‘está más bien dirigido a litar el consumo en los mayores de edad, y no en los menores’. Ambos organismos se sienten disconformes con el texto legal ya que ‘no valora los esfuerzos de autorregulación que las industrias concernidas realizan desde hace años para que sus comunicaciones comerciales no se dirijan a los menores’ (precisamente, existen varios códigos de autorregulación en el sector, entre ellos el firmado los cerveceros – 1995 y el firmado entre las propias FEBE y FAS).
Sin embargo, no sólo los anunciantes se han alzado contra los designios de la Ministra de Sanidad: este fin de semana, la AEDE (prensa), AERC (radio), ARI (revistas) y UTECA (televisión) denunciaban censura previa y pedían un consenso con todos los sectores antes de emprender cualquier modificación de la actual legislación. ‘Rechazamos tanto, que el Gobierno se plantee aprobar una normativa inconstitucional que vulnera la libertad de expresión, uno de los valores medulares de nuestra Carta Magna y de la Declaración Universal de Derechos Humanos’, manifestaron las cuatro asociaciones en un comunicado histórico.
En el caso de aprobarse el anteproyecto (Elena Salgado pretende aprobarlo antes de Semana Santa, de ahí que tenga que pasar el Consejo de Ministros en las próxas semanas), el futuro de un sinfín de medios de Comunicación – que subsisten de buena parte de los más de 300 millones de euros que el sector bebidas invierte anualmente en España así como el de un buen número de fabricantes quedará muy comprometido.
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