‘Yo retiro la demanda que interpuse contra ti y tú haces lo propio con la que me pusiste a mí’. Así debió ser más o menos la conversación mantenida entre Sir Franck Lowe e Interpublic, antiguo holding en el que prero desarrolló su carrera hasta 2003 tras la absorción de su grupo, Lowe Worldwide. El motivo de la disputa entre ambos se produjo precisamente cuando el publicista británico decidió reemprender su carrera en junio de 2006 con la creación de una nueva agencia, The Red Brick Road, quien heredó de Lowe London tanto clientes (Tesco) como colaboradores de la cuenta.
Tras un año de litigios, Interpublic y Franck Lowe han arreglado sus diferencias, y con ello queda resuelto un problema mutuo que podría haber dañado seriamente a ambos: Interpublic ha evitado una mala publicity y Lowe se ha librado de una sentencia que le acusaba de haber utilizado información privilegiada.
El creativo británico logró dar carpetazo a las reclamaciones de IPG ante la American Arbitration Association (AAA), donde alegaba que Lowe estaba utilizando información interna para desestabilizarla, una denuncia efectuada precisasmente un mes después de que Lowe reemprendiera la actividad con la puesta en marcha de The Red Brick Road, de haberse ‘llevado’ la cuenta de Tesco (80 millones de dólares, nada menos) y a tres ejecutivos que trabajaban para la misma en Lowe London: Paul Weinberger, Sam Cartmell (senior copywriter) y Jason Lawes (senior art director).
Sin embargo, el Sir de la publicidad no se quedó atrás: una vez anunciadas las medidas contra su persona, presentó una denuncia ante la Corte Suprema de Nueva York presunta difamación del anterior holding al que perteneció, un hecho que poco (o nada) gustó en la sede central de IPG, que veía como se añadía un problema más a la larga lista de dificultades las que atravesaron durante 2006.
Afortunadamente, la sangre no llegó al río, y ambos contendientes decidieron retirar sus respectivas reclamaciones, al parecer sin sanción económica mediante.
Entre otras cuentas, la nueva agencia de Lowe ha logrado hacerse con la cuenta global de creatividad de Heineken (Julio 2006), así como la cuenta global de Gala Coral Group valorada en 8 millones de libras y hasta ahora en manos de Vallance Carruthers Coleman Priest. En el capítulo de incoraciones, The Red Brick Road también ha incorado a dos ejecutivo senior de DDB London, Paul Hammersley (Director ejecutivo) y David Hackworthy (director estratégico).
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