España sigue confiando en el sistema público de pensiones

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Algunos estudios ya han destacado la necesidad de fomentar los planes de pensiones privados y alargar la edad activa de la población. Pero los españoles reprueban mayoritariamente un aumento de la edad de jubilación, aunque reconocen que puede haber reformas en el sistema que apunten en esa dirección. Así lo afirma el III Estudio Internacional Axa sobre Jubilación, que señala que la población tiene toda su confianza puesta en el Estado como principal fuente de financiación. No obstante, nuestros ancianos confiesan que sus ingresos son insuficientes.

 

Esta mañana se presentó en la oficinas de Axa Winterthur en Madrid un informe completo y revelador sobre las actitudes, la situación financiera y la salud de los jubilados visto tanto ellos como la población activa y, si pudiéramos resumir los en una frase sería que en España no se ha producido el necesario cambio cultural sobre la ampliación de la esperanza de vida y la manera de financiar la etapa ‘pasiva’.

 

A los trabajadores españoles les gustaría jubilarse a los 56 años, aunque prevén hacerlo a los 63, una edad tardía en comparación con los 61 años de media del resto de los países en que se aplicaron las encuestas. Además, la mayor parte de ellos consideran que la tercera edad llega bastante tiempo después, aproxadamente a los 75 años. Y si bien la esperanza de vida ha aumentando considerablemente en los últos años, con el consiguiente coste que ello supone en cuanto a manteniento de calidad de vida, el 69% se opone a aumentar la edad mína de jubilación.

 

Sin embargo, esto se contradice con la expectativa de sueldo en esta etapa de la vioda, ya que el 60% cree que sus ingresos de jubilación serán inferiores a su últo salario. Pese a las reticencias a trabajar durante más años, cerca del 70% cree que se producirá una reforma legal encaminada a aumentar el número de años de trabajo (61%) o a reducir las prestaciones (54%).

 

La confianza en el sistema público de pensiones sigue siendo potente. La mayoría de los españoles, tanto trabajadores (95%) como jubilados (93%), consideran que el Estado debe continuar siendo el principal proveedor de los ingresos de jubilación. Sin embargo, una minoría significativa y creciente (el 47% de los trabajadores y el 44% de los jubilados) está de acuerdo con la responsabilidad individual. A su vez, tanto el 49% de los trabajadores como el 43% de los jubilados opinan que el empresario también debe procionar asistencia.

 

La edad en que la población activa comienza a prepararse para la jubilación es de 33 años y, a medida que pasa el tiempo, esta preocupación aumenta. Con todo, sólo el 18% conoce sus futuros ingresos y, en ambos casos, la media es inferior al promedio registrado en el resto de los países en el que se aplicó el estudio: Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Japón, Italia, Australia, Portugal, China y, desde luego, España.

 

En cuanto a quienes ya están jubilados, el 65% confiesa que sus ingresos son inferiores a su últo salario y que son insuficientes. En promedio, reciben una pensión de 861 euros, aunque estan que para financiar todos sus gastos domésticos necesitarías casi 200 euros más. De todos modos su calidad de vida se mantiene en buenas condiciones debido a que la mayoría cuenta con su vivienda en propiedad y al alivio financiero que supone no tener hijos dependientes.

 

El cambio cultural es lento y, con las cifras sobre estas actitudes y creencias sobre la jubilación en la mano y teniendo en mente la longevidad actual, se hace urgente una mayor concienciación sobre la tancia de prepararse para esa etapa de la vida.

 

Seguiremos informando…

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