Reducen el consumo y las emisiones de gases nocivos

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Las grandes marcas del motor siempre han apostado la innovación, pero algunas han dado un paso más con la creación de los vehículos híbridos. Estos vehículos utilizan como combustible tanto la gasolina como la electricidad, lo que reducen el consumo y minizan las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente. Por el momento solo unas pocas marcas se han lanzado a la aventura de los híbridos, Lexus, Toyota, Honda, Hyundai, Chevrolet, Ford o  Saab son algunas de las pioneras en sacar un modelo de este tipo.

 

 

 

 

El funcionamiento de estos coches es más sencillo de lo que parece, el vehículo se mueve con energía eléctrica generada que proviene de las baterías o de un motor de combustión interna que mueve un generador de energía eléctrica; de esta forma, el motor de combustión es el últo sistema en activarse; digamos que el automóvil lo utiliza como generador de emergencia cuando el resto se acaba a través de un sistema electrónico que se encarga de decidir qué motor ha de ser usado en cada momento.

 

 

 

Existen dos tipos de vehículos híbridos lo que poseen el sistema paralelo, que está considerado los expertos como la transición entre el coche actual y el que quiere lograrse en un futuro; en este sistema tanto el motor eléctrico como el térmico pueden hacer que las ruedas se pongan en moviento o bien el sistema serie, el que el motor térmico sólo se encarga de generar electricidad y es el motor eléctrico el que mueve las ruedas.

 

 

 

Las quejas de los usuarios de coches híbridos se centran principalmente en la batería, puesto que los modelos existentes utilizan baterías que necesitan ser cargadas una fuente externa, aunque, eso sí, según los expertos, la combinación de ambos combustibles eleva el rendiento de estos modelos frente a los vehículos convencionales.

 

 

 

Entre las ventajas de estos nuevos vehículos destacan la reducción del ruido frente a los coches de motor térmico, la rapidez de respuesta, la suavidad en la circulación y sobre todo, la posibilidad de recuperar energía en las frenadas. Pero también tiene desventajas, pesan más que los coches convencionales el peso de un segundo motor (el eléctrico) y de las baterías, además, debido a su complejidad es posible que se produzcan más averías en estos modelos y, de momento, el precio también es una desventaja.

 

 

 

Seguiremos Informando…

 

 

 

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