Margaret Thatcher demostró al mundo que la política no era un coto vedado para hombres. Durante veinte años, la ‘Dama de Hierro’ controló los designios del Imperio Británico, sin saber que se convertiría en el espejo en el que futuras políticas se mirarían para hacer lo propio a lo largo del planeta. Tres décadas después, personajes como Rigoberto Menchú, Hillary Clinton o Ségolène Royal se postulan como serias candidatas para presidir sus respectivos países.
Una contundente Ángela Merkel sacudía los cientos de la política alemana en noviembre de 2005 al convertirse en la prera presidenta del país teutón. En aquella ocasión, el fuerte carácter de la científica caló en el áno de los votantes alemanes, quienes asistían al lento declive de los socialdemócratas del presidente Schröeder. Sin embargo, lo que no sabía Merkel es que se convertiría en la prera de una serie de mujeres que durante 2006 conquistaron las urnas: hablamos de Michelle Bachelet (Chile –enero 2006) y de Ellen Johnson Sirleaf (Liberia – enero 2006).
Estas tres mujeres no son las únicas que han pasado pasarán las urnas próxamente: Hillary Clinton (Estados Unidos), Rigoberta Menchú (Guatemala) y Ségolène Royal ya han anunciado su intención de presentarse a las elecciones presidenciales que sus respectivos países, aunque la prera aún debe pasar las prarias demócratas, mientras que la segunda aún tiene que decidir qué partido se presentará.
Mención aparte merece Ségolène: nombrada el Partido Socialista candidata a la presidencia de la República Francesa, su carrera hacia la presidencia se ha convertido en una montaña rusa en la que un día es favorita, y al siguiente, un cadáver político. En este sentido, esta madre de cuatro hijos nacida en Senegal disfrutó ayer de uno de los mejores momentos de la campaña, al batir los registros de audiencia presentados su opositor conservador Sarkozy en el programa estrella de la TF1, lo que la ha permitido recuperar posiciones en los sondeos de intención de voto. Su ‘pacto presidencial’ (que así es como ha definido su programa político de más de cien puntos) y su sobriedad frente a las cámaras han contribuido a alentar su posición ante los medios de comunicación (TNS incluso ha puesto en marcha un site en donde se puede seguir la evolución de la campaña presidencial francesa, mientras que en Google supera en algo más de un millón de entradas 3.720.000 2.650.000 a su principal adversario).
Sin embargo, y parafraseando el célebre ‘You’ll never walk alone’, nuestras políticas han creado una muralla común a través de la cual brindarse apoyo mutuo: durante los últos meses, hemos podido apreciar cómo Angela Merkel, Michelle Bachelete y la propia Ségolène Royal retrataban sus encuentros con ágenes que reafirmaban esta alianza femenina (un paso más allá fue el que dio la mandataria chilena durante su visita a España, en la cual sólo se reunió con representantes femeninas del gobierno y del mundo empresarial). Sólo el tiempo dirá si ello será suficiente para cambiar definitivamente la concepción falocéntrica de la política internacional.
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