Se acercan las elecciones y tocan días de mucho trabajo para los departamentos encargados del padrón de habitantes y del censo en cada ayuntamiento. De hecho, uno de los riesgos que se corren en estos días son los ‘empadronamientos fantasma’, personas que no viven en una localidad pero que sin embargo se empadronan en la misma con el fin de beneficiar a un partido político concreto, detrás de los cuales suelen existir otro tipo de intereses, algo que ya se ha denunciado, ejemplo en la Sierra Norte de Madrid.
Esta es una de las principales preocupaciones que existe en estos días en la localidad toledana de Seseña, donde en pocos años la población se verá incrementada en 50.000 nuevos habitantes como consecuencia de un residencial de 13.508 viviendas que ONDE 2000 está construyendo en la finca de El Quiñón.
Por este motivo se han extremado las medidas en el Ayuntamiento para evitar que personas no residentes todavía en el municipio puedan empadronarse en el mismo. Por ello, para poder acceder al censo electoral, tienen que presentar algún tipo de contrato de alta de luz, agua, o teléfono así como las escrituras de la casa o el contrato de alquiler de manera que demuestren que pasan al menos tres cuartas partes de año en esa residencia.
De hecho, como todavía no se han entregado las licencias de prera ocupación, es prácticamente posible para los nuevos propietarios empadronarse en el pueblo y en cualquier caso, se está extremando la atención parte de los funcionarios encargados del padrón.
Además, es muy probable que dichos nuevos vecinos, en su mayoría procedentes de municipios del sur de Madrid, una vez residan en Seseña mantengan su padrón en la Comunidad vecina dadas las ventajas que ello conlleva como es el caso de la tarjeta sanitaria y el acceso a la red hospitalaria de la Comunidad de Madrid.
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