BOGOTA (27/03/07) El periodista Germán Hernández se ha visto obligado a salir de la ciudad de Neiva, tras recibir una serie de amenazas telefónicas. El coordinador periodístico perteneciente al medio ‘El Diario del Huila’ se suma al número de periodistas que han tenido que escapar amenazas de muerte.
BOGOTA (27/03/07) El periodista Germán Hernández se ha visto obligado a salir de la ciudad de Neiva, tras recibir una serie de amenazas telefónicas. El coordinador periodístico perteneciente al medio ‘El Diario del Huila’ se suma al número de periodistas que han tenido que escapar miedo a las amenazas de muerte, entre los que se encuentra Darío Arizmendi, director de noticias de Radio Caracol.
Según señala la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, en un comunicado, las llamadas amenazantes que recibió el comunicador procedían desde un puesto de venta de llamadas a teléfonos móviles, muy típicos en la ciudad de Bogotá, y que se encontraba cercano a las instalaciones del periódico.
El documento señala que desde el 27 de febrero de este año, el informador ha recibido cerca de siete llamadas semejantes a éste en donde se le amenazaba de muerte mediante insultos a su persona. Tras analizar las llamadas y las constantes amenazas, el periodista y los directivos del medio han decidido que éste saliese de Neiva.
Todos los datos apuntan a que estas llamadas agresivas e insultantes proceden el hecho que desde un tiempo, el diario estaba publicando ciertos documentos e informes sobre el Hospital Universitario de la misma ciudad. Allí se mostraban y daban a conocer presuntos casos de corrupción en donde se barajaba la cantidad de doce mil millones de pesos. Según señala el mismo comunicado, estas supuestas irregularidades tuvieron lugar durante el mandato del señor Jorge Mauricio Escobar.
Sin embargo, ya marzo, la alcaldesa de Neiva, Cielo González Villa, sufrió un atentado fallido. Por otro lado, los medios locales de La Nación y El Diario del Huilla habían recibido también dos amenazas.
Desde el 2005, la FLIP ha registrado cinco casos de comunicadores que se han visto obligado a abandonar su ciudad o país amenazas de muerte, intentando salvas así su vida y la de su familia, quienes con mucha frecuencia resultan también amenazados tener entre sus miembros a un periodista.