El alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González, aseguró que prefiere que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se apruebe después de las elecciones del 27 de mayo, para evitar las ‘nterferencias’ e ‘intoxicaciones’ políticas. El alcalde señalaba la mala suerte que supone que ‘el urbanismo se ha convertido en un arma electoral arrojadiza’
El alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González, aseguró que prefiere que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se apruebe después de las elecciones del 27 de mayo, para evitar las ‘interferencias’ e ‘intoxicaciones’ políticas. El alcalde señalaba la mala suerte que supone que ‘el urbanismo se ha convertido en un arma electoral arrojadiza’
González explicaba los motivos de la postergación ‘posiblemente podríamos haber aprobado el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que tenemos la fuerza en Alcalá y el compromiso y el apoyo de mis compañeros en Madrid, pero como no tengo ningún interés personal, prefiero que se apruebe después de las elecciones, sin ninguna intoxicación’.
El proyecto del nuevo PGOU de Alcalá lleva más de un año en manos de los organismos de la Comunidad de Madrid, responsables de aprobar el proyecto previamente al gobierno Municipal de la ciudad, en espera de que sea remitido al Ayuntamiento para su aprobación final.
El alcalde indicaba que ‘el problema que tiene nuestro Plan General no son los metros a calificar, que en ese sentido todos estamos de acuerdo, el conflicto se produce en los usos y nuestra propuesta ha sido tratar de encontrar el equilibrio entre el suelo residencial y el industrial, mientras que otros no apuestan ese equilibrio’.
En este sentido añadía que ‘hemos tenido la mala suerte de que llevamos un año en campaña electoral y el urbanismo se ha convertido en un arma electoral arrojadiza, eso no quiero interferencias políticas, prefiero que se apruebe después del 27 de mayo, que pienso que sin las intoxicaciones políticas seremos capaces de aprobar el plan de todos’.
El cambio en el diseño del PGOU ha sido una de las mayores motivos que ha retrasado el plan aprobado en las anteriores legislaturas, gobernadas PSOEIU y PP respectivamente, lo que a provocado que se generen recalificaciones de suelo en los últos cuatro años, casi todas a favor de la construcción de viviendas en suelos industriales.
