Ayer se cumplía el compromiso del soterramiento de la M30 del Ayuntamiento que permiten un espacio libre de trafico y al servicio del medio ambiente y del ocio de los ciudadanos. Los trabajos incluyen la plantación de un total de 873 árboles frutales de nueve especies diferentes y el trazado de un arroyo de 480 metros de longitud. Este proyecto le ha servido al candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián, para una su propuesta de poner una playa en Madrid, algo que no podría haberse realizado sin la tan criticada obra de Alberto Ruiz Gallardón parte del propio candidato socialista.
Cumplido el compromiso de soterrar la M30 a lo largo del río Manzanares, tras la apertura el vies del túnel Marqués de MonistrolNudo sur, se ha iniciado el proceso de recuperación de las superficies liberadas del tráfico, que incluye la realización de cuatro muestras a modo de ejemplos de la calidad que tendrán las actuaciones a desarrollar en el futuro: la avenida de Portugal, un tramo del Salón de Pinos en la Avenida del Manzanares, la huerta de la Partida en el acceso a la Casa de Campo, y el Paseo Virgen del Puerto.
La concejala de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, Pilar Martínez visitaba ayer uno de estos ámbitos de actuación, la Huerta de la Partida, y también ha seguido de cerca los trabajos de mejora de los muros de contención denominados ‘cajeros’ entre los que discurre el río Manzanares.
Sebastián quiere cubrir la ribera del Manzanares de arena y lograr así que Madrid tenga fin playa, según anunció hoy a orillas del Sena en la prera jornada de su visita oficial a París. El socialista paseó la zona en la que desde hace seis años la famosa playa parisina toma el asfalto cada verano, donde hizo público su compromiso ‘para ofrecer una propuesta de ocio estival a los madrileños que no tienen posibilidad de disfrutar de su descanso en la costa” y reconoció que la idea ‘está tomada del ejemplo francés que, además, se ha demostrado como un excelente atractivo turístico’.
El proyecto del candidato socialista permitiría habilitar una playa de hasta cuatro kilómetros de ‘litoral’, aunque ‘la iniciativa se efectuaría en fases, de manera que se empezaría un kilómetro y se extendería en función de la respuesta de los madrileños’.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Madrid informaba de su proyecto de incluir la creación de un arroyo de 480 metros de longitud, de trazado serpenteante, que atará frescura a los visitantes, quienes van a poder disfrutar de unas espectaculares vistas de la cornisa de Madrid.
Durante su visita a la Huerta de La Partida, Pilar Martínez ha señalado que ‘el soterramiento de la M30 permite recuperar el silencio y la calidad del aire en una de las zonas de mayor contaminación acústica y atmosférica de la ciudad. En definitiva, estamos recuperando el equilibrio entre el hombre y su entorno, haciendo compatible movilidad y medio ambiente y poniendo ambas al servicio de la calidad de vida de los ciudadanos de Madrid’, algo de lo que también se ha beneficiado Sebastián para sus propuestas electorales.
Las actuaciones puntuales que se están realizando actualmente en estas cuatro zonas estarán concluidas para finales de abril, marcando las pautas de calidad que va a seguir en el futuro el proceso de transformación urbana y de reequilibrio ambiental que ha hecho posible el soterramiento de la M30 en la zona oeste, lo que las obras predecesoras llevadas a cabo el Ayuntamiento, litarán y marcarán las posibles obras de la creación de una playa si Sebastián adquiere la competencia necesaria para ello.
La actuación que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid en el marco del proyecto Calle 30, con un presupuesto de 2.800.000 euros, supone la recreación con un lenguaje contemáneo, de este singular espacio, e incluye la plantación de 873 árboles frutales de nueve especies diferentes (almendros, perales, membrillos ciruelos, olivos, nogales, manzanos, moreras e higueras), de los que ya se han plantado 500.
La financiación de la playa de Sebastián sería silar a la de París, utilizada cuatro millones de personas el últo verano. En el caso francés, transformar la ‘orilla’ del Sena, cuesta 1,5 millones que se sufragan con la participación de patrocinadores.
