Fumar, desde siempre, ha tenido la agen de elegancia, saber estar y sofisticación y sobre todo gracias al cine clásico que fueron los preros en hacerlo. Quien no recuerda a Humphrey Bogart en ‘El halcón maltés’, ‘Casablanca’ o el cine negro de los años 50, donde entonces no se sabía que fumar mata.
Fumar, desde siempre, ha tenido la agen de elegancia, saber estar y sofisticación y sobre todo gracias al cine clásico que fueron los preros en hacerlo. Quien no recuerda a Humphrey Bogart en ‘El halcón maltés’, ‘Casablanca’ o el cine negro de los años 50.
Pero la realidad es que, aunque en aquellos años se desconocía los efectos negativos del tabaco, ahora se sigue dando la misma agen más de medio siglo después aún a sabiendas de los efectos perjudiciales de este consumo nocivo.
Ahora las películas norteamericanas, españolas o de cualquier otra parte del mundo hacen ver que los que fuman son los mejores, los que más éxito tienen en la vida personal y profesional y eso se traduce en que la gente, y sobre todo los menores, piensen que si fumas ‘eres cool’.
Ángeles Planchuelo, presidenta de la Comisión Nacional para la Prevención del Tabaquismo,CNPT, ha asegurado a PRSalud que estas ágenes de actores fumando en las películas que lo requiere el guión, fomentan el hábito tabáquico en menores tal y como han demostrado un estudio realizado pediatras en 4 hospitales universitarios con una muestra de 4.919 menores de entre 9 y 15 años. Los estudios demostraron que los que habían visualizado menos de 50 escenas donde se consumía tabaco fumaban un 4,9% mientras que los que habían visto más de 150 escenas fumaban el 31,3%.
Muchos países han comenzado su cruzada contra el consumo del tabaco prohibiendo fumar en lugares públicos, trabajo, transtes e incluso la publicidad directa, pero las compañías tabacaleras han conseguido esquivar estas prohibiciones con otras ágenes más sutiles, como ejemplo en las películas y series de televisión.
La industria tabacalera presenta el hecho de fumar como un acto habitual y mayoritario entre la población, generando modelos y usando posteriormente esta proyección social para defenderse frente a cualquier intento de regulación del consumo. Un documento interno de la industria del tabaco a disposición del CNPT señalaba ya en 1989 que ‘el cine y la televisión producen las ágenes positivas más sólidas del hecho de fumar’, y que ‘es razonable asumir que las películas y sus protagonistas ejercen más influencia en los consumidores que un anuncio estático’.
El fumar sirve de apoyo perfecto para los actores cuando están felices, cuando están tristes, cuando tienen problemas, cuando no los tienen, cuando están tranquilos e incluso cuando no tienen nada que hacer.
Planchuelo comenta que la diferencia entre el cine de antes y de ahora es que antes los actores fumaabn exigencias del guión y que era lo habitual en ciertos géneros pero ahora los actores que fuman en películas o series de TV cobran un plus ello.
‘Sólo de ese modo se pude explicar que en los 25 largometrajes de mayor éxito comercial producidos en la década de los 90 en Hollywood, el 56% de los actores y actrices salieran fumando en la pantalla, cuando el centaje de fumadores entre los actores era del 14 % en su vida privada’ afirma Planchuelo.
El CNPT confirma que aún no se han puesto en contacto con las productoras de cine y televisión para intentar regular esto tal y como lo hicieron hace unos meses con la FAD y evitar así elinar estereotipos de los drogadictos.
EL CNPT continúa integrando acciones para la prevención del tabaco y así conseguir la disminución del tabaco.
