La Concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de La Laguna presentó ayer la edición del libro ‘El ángel de Miguelito’, un volumen de cuentos infantiles de carácter educativo que ofrece, a través de varios capítulos, lecciones sobre Seguridad Vial para los más pequeños. En este libro dan consejos de forma divertida y través del juego y tratan de elinar esa visión negativa que tienen los niños de los agentes de la Policía Local, enseñándoles a buscarlos cuando se pierden o sufren algún accidente.
La autora del volumen es Lourdes Hernández, escritora y agente de la Policía Local de La Laguna (Tenerife), que cuenta, a través de los personajes de Rebeca y Miguelito, varias historias que tienen como centro la ciudad lagunera. Las ilustraciones del libro han corrido a cargo de Patricia Delgado.
La escritora y agente, explicó que se trata de una compilación de ‘cuentos con moraleja, pues cada relato contiene una enseñanza útil’ y destacó la ‘calidad de las ilustraciones, ambientadas en la propia ciudad, realizadas Patricia Delgado’.
Estos volúmenes, según informaba el periódico El Dia (La Laguna), se van a distribuir gratuitamente entre los alrededor de 3.000 escolares que durante este mes de abril van a pasar el circuito de Seguridad Vial instalado en la plaza del Cristo, con motivo de la celebración en La Laguna del Día Europeo de la Seguridad Vial.
A lo largo de sus ocho capítulos (La jaqueca de Rebeca, El ángel de Miguelito, El ciclomotor, El despiste de Miguelito, El niño triste, El semáforo, Paso de cebra y Señales de los agentes) la escritora, ofrece tantes pautas para que los más pequeños se familiaricen con las señales y las normas viales.
La Educación Vial pasa educar a los más pequeños y a los jóvenes en unas buenas conductas. Los padres que concienciados sobre los buenos comtamientos en la vía pública y que respeten las normas de Seguridad Vial, serán buenos ejemplos para que sus hijos en un futuro se comten de la misma manera.
Alternativas como el libro ‘El Angel de Miguelito’, sirven para enseñar: las editoriales, las administraciones y la sociedad en su conjunto deben proveer de materiales educativos, de calidad, que estén en consonancia con lo que queremos enseñar. Educar es nuestra responsabilidad, ya que al fin y al cabo, los que nos ponemos frente al volante, somos nosotros.
