Felipe Calvo, Jefe del Departamento de Oncología del Gregorio Marañón

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GICOR ha sido premiado con el galardón Dr. Rafael Abad y Carmen Abad Frisa del presente curso académico 2006 de la Real Academia Nacional de Medicina. El GICOR lo preside el Dr Felipe Calvo, Jefe del Departamento de Oncología del Hospital Gregorio Marañón.

Se le ha hecho entrega de este premio su trabajo en la investigación sobre la eficacia de la secreción del caracol, Cryptomphalus Aspersa, comercializado como Radiocare Industrial Farmacéutica Cantabria, en el tratamiento de la radiodermitis aguda, lesión cutánea transitoria producida la radioterapaia en mujeres con cáncer de mama.

El estudio está en Fase II y los resultados demuestran una mejora sintomática en la evolución del grado de radiodermitis en los pacientes tratados con Radiocare de forma preventiva frente a los que fueron tratados de manera habitual.
Para el Dr. Calvo ‘estos datos suponen un avance terapéutico, ya que permiten un apoyo en la protección cutánea de forma profiláctica y son una alternativa a la indicación de corticoides’.

Actualmente, existen diferentes protectores cutáneos a base de aloe vera, sucralfato, corticoides, trolamina o fórmulas húmedas. Si bien, algunos de ellos (como el aloe vera) han demostrado su eficacia para mejorar la cicatrización de las heridas, ninguno ha mostrado clínicamente su capacidad para retrasar la aparición o mejorar la evolución de la radiodermitis.

La secreción de Cryptomphalus Aspersa (SCA), favorece la regeneración de los fibroblastos (responsables de la reparación cutánea), y posee una función antioxidante al proteger la piel de los radicales libres liberados durante la radiación.

El estudio se ha llevado a cabo en trece centros pertenecientes al Grupo de Investigación Clínica en Oncología Radioterapéutica (GICOR) distribuidos a nivel nacional. Para mostrar la eficacia de SCA se ha seleccionado de manera aleatoria una muestra de 96 mujeres con carcinoma de mama en estado precoz, sometidas a cirugía radical y con indicación de recibir radioterapia, con una edad media de 55 años.

Una vez seleccionada la muestra, las pacientes se distribuyeron de manera aleatoria en tres grupos de tratamiento establecidos. El prer grupo, también denominado preventivo, lo integraron 33 pacientes, en tratamiento con radioterapia que no presentaban lesiones cutáneas en el momento de inclusión. El segundo grupo o curativo, lo formaron 41 pacientes sometidas a tratamiento radioterápico con lesiones cutáneas de grado leve (G1) o moderado (G2). Por últo, el tercero o de control estaba formado 22 mujeres sometidas a radioterapia y que habían recibido tratamientos convencionales (es decir, si desarrollaban toxicidad cutánea leve, se trataban con infusiones de agua y manzanilla y, si presentaban toxicidad moderada, con corticoides tópicos).

Durante las seis semanas de duración del estudio, se administró radioterapia de fotones de megavoltaje. Para valorar la eficacia de Crymtomphalus Aspersa en la regeneración de las lesiones cutáneas, en el grupo preventivo se aplicó el producto durante seis semanas una vez al día la noche, mientras que en el grupo curativo y de control se aplicó únicamente desde la aparición de las lesiones hasta la normalización de las mismas.

Para analizar los resultados del estudio, se analizaron el grado de toxicidad cutánea, la cuantificación del tiempo medio hasta la aparición de las lesiones, así como la evolución y duración de las mismas. Se registró las características de los síntomas y signos clínicos asociados (prurito, eritema, dolor y descamación) Se valoró el grado de satisfacción del paciente, del familiar y el especialista y la tolerancia del tratamiento.

Dada la tancia de los resultados obtenidos en el estudio, los autores recomiendan la elaboración de un estudio en fase III con una cohorte superior que confirme estos resultados.

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