La Audiencia Nacional ha absuelto a los ocho acusados en el juicio del ‘caso Telecinco’, entre ellos el ex director general de la ONCE Miguel Durán y el empresario catalán Javier de la Rosa, de los delitos fiscales y societarios los que fueron juzgados. Ya pueden respira tranquilos, pues con esta resolución, Durán se salva de los 14 años de cárcel y de las multas valor de 103 millones de euros que el Fiscal Anticorrupción solicitaba. Con ello, se termina un proceso que amenazaba con salpicar al mismíso Silvio Berlusconi.
Se pone punto y final al ‘Caso Telecinco’. La Audiencia Nacional ha resuelto el caso absolviendo a Miguel Durán y a Javier de la Rosa. Así lo ha acordado la Sala de lo Penal en una sentencia que también absuelve al ex vicepresidente de Telecinco Santiago Muñoz Machado, al ex secretario general de esta cadena Juan Carlos López CidFuentes, al ex consejero delegado Alfredo Messina, así como a los empresarios Rafael AlvarezBuiza y Angel Medrano y al ex abogado de Finninvest Giovanni Acama.
La Fiscalía y la Abogacía del Estado consideraron que los acusados, junto a otros, como el ex presidente italiano y propietario del grupo empresarial Fininvest, Silvio Berlusconi, ‘elaboraron un entramado jurídiconegocial ficticio’ para encubrir ‘la violación’ de la ley de Televisión Privada y ‘violar la ley tributaria’, y con estas operaciones defraudar supuestamente a Hacienda más de 90.151.815 euros.
Hay que recordar en que se basó este caso. Entre 1990 y 1995, Durán figuró como presidente de la cadena de televisión en representación de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) sin poseer ninguna acción a título personal. Y aunque la ONCE abandonó Telecinco en abril de 1993, Miguel Durán permaneció en el cargo de presidente hasta el 15 de mayo de 1996, con la autorización de Silvio Berlusconi.
Siempre según la Fiscalía, en esos años, el grupo formado Durán, su abogado Santiago Muñoz Machado, entonces vicepresidente de Telecinco, y los empresarios Ángel Medrano Cuesta y Rafael Álvarez Buiza Diego, elaboraron un complejo entramado financiero con el que consiguieron supuestamente incrementar el volumen de sus arcas patroniales. Las investigaciones judiciales de la fiscalía cifran en 5.371 millones de pesetas las plusvalías que obtuvieron sólo la venta del paquete de la sociedad instrumental Promociones Calle Mayor S.A., que poseía el 15% de la cadena privada de televisión, aunque el desembolso había sido realizado la ONCE, a través de Divercisa.
El reparto de las acciones se había constituido de la siguiente manera: un 25 % lo adquirió la ONCE, a través de Divercisa; ese mismo centaje lo adquirió el Grupo Anaya, a través de Cecisa; el grupo italiano presidido el ex prer ministro Silvio Berlusconi Fininvest adquirió otro 25%; Promociones Calle Mayor adquirió un 10% y un 15% Juan Fernández Montreal.
Tras el abandono del Grupo Anaya y Fernández Montreal del accionariado, el Consejo de Administración de la cadena acordó con Durán que éste vendería ambas participaciones. Según declaró, el empresario Javier De la Rosa adquirió ese centaje 6.000 millones de pesetas, pero en realidad Durán vendió ese te sólo la participación de Cecisa un 25% a De la Rosa, que representaba a Tibidabo. Posteriormente se sucedió, ‘un entramado financiero’, como lo calificó el juez Baltasar Garzón, donde ‘todos salieron beneficiados’.
No obstante, el escándalo se ha terminado con la resolución judicial en que todos los plicados han sido absueltos de todos los delitos fiscales y de falsedad de los que venían siendo acusados. Un juicio que comenzada en junio del año pasado y que ha tenido un final. Con ello, no sólo respiran tranquilos los putados, sino que además una serie de personas que podrían haberse visto salpicados con el caso, incluido el propio Silvio Berlusconi.
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