Informe: Impunidad en violaciones contra la prensa

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BOGOTÁ (03/05/07) La FLIP ha desarrollado un informa sobre la punidad de ciertos delitos que atentan contra la libertad de prensa en Colombia, especialmente durante el periodo que abarca desde 1992 al 2006.

El informe comienza con una afirmación tajante para la FLIP, ‘años perdidos y muy pocos avances’ en lo que se refiere a los resultados de las investigaciones judiciales las violaciones a la libertad de prensa en el país. Entre todos los delitos el que más preocupa es sin duda el de asesinato hacia comunicadores.

Para sustentar dicho informe se apoya en las investigaciones realizadas la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, la prera, según la organización, que habla sobre los 50 periodistas asesinados entre enero de 1995 y 2001, en segundo lugar sobre las violaciones hacia la libertad de prensa entre 2002 y 2004 y últo las peticiones de información durante el 2006 para realizar un seguiento de los dos temas anteriores.

La organización hace especial referencia a los 98 casos de homicidios de informadores registrados durante el periodo señalado, destacando que de ellos 22 se encuentran en etapa prelinar o investigación, 6 están suspendidos o precluidos, 2 pendientes de fallo, 6 de fallos absolutorios y sólo 3 han sido fallos condenatorios. Según la FLIP en el 61% de los casos, las autoridades correspondientes no facilitaron ninguna información sobre los procesos.

Igualmente señalan la escasa tancia que han tenido el resto de casos referentes a las violaciones a la libertad de prensa, que han tenido menos ‘pacto social que el homicidio’. Dichas amenazas han aumentado desde 2004, periodo en el que disminuyeron notablemente y que desde entonces no han dejado de aumentar el número de casos en donde comunicadores se han visto amenazados su oficio. De hecho, del 2004 a 2005 se incrementó en un 64%.

La FLIP hace así un recordatorio de los casos de amenazas contra comunicadores como es el caso del periodista Daniel Coronell, director del noticiero de televisión Noticias Uno, quien recibió numerosas amenazas e incluso llegó a recibir dos coronas fúnebres y se vio obligado a abandonar en el país. En dicho caso, aún no resuelto se tuvo como supuesto culpable al ex senador Carlos Náder, amigo cercano del presidente Álvaro Uribe.

Con todos estos datos señala que a pesar de que el número de homicidios contra periodistas razones de oficio han disminuido, no ocurre lo mismo con el número de amenazas contra ellos, en donde la punidad de estos delitos parece ser la línea a seguir en estos casos.

Entre el número de periodistas a los que la organización hace referencia y recordatorio se encuentra el caso del comunicador asesinado Jae Garzón, de la emisora Radionet en Bogotá que finalizó con algunas irregularidades y la condena del comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, Carlos Castaño Gil como autor intelectual del hecho. Igualmente alude al homicidio del subdirector del diario La Patria, Orlando Sierra, el caso de Efraín Varela, director y propietario de la emisora Meridiano 70 y el asesinato del periodista Gustavo Rojas Gabalo. Unos casos de los muchos que han ocurrido en América Latina, especialmente en Colombia a pesar de las diversas iniciativas adoptadas las autoridades del país como el Comité de Reglamentación y Evaluación de Riesgo del Programa de Protección para Periodistas del Ministerio del Interior (CRER).

A continuación les adjuntamos el gráfico correspondiente a las amenazas en los últos cinco años realizado la FLIP y la evolución de los asesinatos razones de oficio en el periodo que abarca 19952006:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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