El sistema español de Farmacovigilancia tiene como objetivo el controlar los efectos secundarios y reacciones adversas de los medicamentos al ser ingeridos los usuarios de esos medicamentos. El objetivo principal es el de identificar, controlar, cuantificar y evaluar los riesgos asociados a la ingesta de medicamentos comercializados.
Aunque el desarrollo de medicamentos a lo largo de las últas décadas ha generado un avance espectacular en la calidad y esperanza de vida de la población, existen ocasiones en las que pueden aparecer reacciones adversas a los mismos que plantean tantes problemas de efectividad y seguridad.
De hecho, un gran centaje de ingresos hospitalarios está relacionado con las reacciones adversas de los medicamentos y el avance en farmacogenética tratará de evitar estos efectos.
El Sistema Español de Farmacovigilancia está integrado todos los profesionales sanitarios,médicos, enfermeros, farmacéuticos, los órganos competentes en materia de farmacovigilancia de las Comunidades Autónomas y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios que los coordina.
Los profesionales sanitarios españoles tienen el deber y la responsabilidad de comunicar a los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma las sospechas de reacciones adversas de lsa que tenga conociento y que pudieran ser causadas medicamentos. El farmacéutico es el que está más en contacto con estas reacciones adversas ya que a su Oficina de Farmacia van los pacientes que sienten estas molestias asociadas a un fármaco. Los farmacéuticos tanto deben notificar mediante unos formularios conocidos como ‘tarjetas amarillas’ los posibles efectos adversos al sistema español de Farmacovigilancia.
El 80 ó 90% de las ‘tarjetas amarillas’ que comunican las RAM, proceden de los centros sanitarios y se dirigen a los centros regionales que explotan los datos con una base de datos común a todo el territorio nacional.
La farmacia no sólo colabora identificando nuevas RAM, sino también en las tareas de información y prevención; no hay que olvidar que se trata del últo punto sanitario donde los pacientes interactúan con un profesional antes de utilizar un medicamento.
Cabe destacar que el 37% de las notificaciones son de carácter grave, un 10,2% más que el año anterior, dato que parece lógico, puesto que los profesionales sanitarios tienden a notificar sólo las RAM que consideran de cierta gravedad.
La transmisión de notificaciones vía electrónica se va plementando poco a poco en España. El módulo de atención farmacéutica de la Base de Datos del Conociento Sanitario (Bot Plus) del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, contempla la posibilidad del envío electrónico de la ‘tarjeta amarilla’, que se genera automáticamente a partir de los datos registrados del paciente.
