Continental Automotive Systems ha desarrollado un sensor óptico de proxidad reduce completamente los accidentes a bajas velocidades que se pueden producir en la ciudad. Este sistema, asiste al conductor en la frenada si hay riesgo de colisión alcance, lo que prociona una mejora de la seguridad pasiva en los vehículos.
Según ha informado el periódico digital micoche.com, el sensor de Continental Automotive Systems, tiene una capacidad de exploración de aproxadamente, 10 metros delante del vehículo en tres direcciones: hacia la derecha, hacia la izquierda y hacia el frente. Si encuentra un objeto delante del vehículo, devuelve la información al sensor para que el equipo de emisión y recepción, situado cerca del espejo retrovisor interior, utilice esa señal para calcular la distancia al obstáculo y la velocidad de aproxación.
Si la distancia entre los vehículos se reduce tan rápido que resulta posible evitar la colisión, los frenos aumentan la presión en el sistema para que respondan tan pronto como se pise el pedal. Si el conductor quita el pie del acelerador, el sistema inicia el frenado automático. Este sistema, también puede tensar los cinturones, y desplegar los airbags en el momento adecuado, todo con el objetivo de garantizarnos la máxa seguridad.
La combinación de estas medidas de seguridad activa que prociona el sensor puede evitar el choque de un automóvil que se desplace a 35 km/h con un obstáculo inmóvil lo que es capaz de evitar la mayor parte de las colisiones alcance que se producen en el tráfico urbano.
Ralf Cramer, responsable de la unidad de negocio de frenos electrónicos y sistemas de seguridad de Continental Automotive Systems ha explicado que este sistema ‘se integra con facilidad en el sistema electrónico del automóvil y no requiere ningún ajuste en su estructura’. Según el responsable, este sistema también se puede utilizar en coches de gama media y baja, ya que creen que ‘estos sistemas deben estar disponibles para todas las categorías de vehículos’, concluye.
