De esto se ha hablado en el II Foro del diario digital AZPrensa y la Asociación Nacional de Informadores de la salud (ANIS), ‘el periodista frente a la tragedia’.
De estas cuestiones de la profesión periodística se ha hablado en el II Foro del diario digital AZPrensa y la Asociación Nacional de Informadores de la salud (ANIS), ‘el periodista frente a la tragedia’, de esto, y del riesgo profesional que supone informar de catástrofes o acciones violentas.
Y es que, según una investigación del Dart Centre for Journalism and Trauma, uno de cada tres reteros de guerra padece angustia o preocupación, ‘situación previa necesaria a un estado de estrés postraumático’.
Mark Brayne, Director para Europa del Dart Centre for Journalism and Trauma, institución internacional dedicada al estudio de las relaciones entre periodismo y tragedias, ha destacado durante su participación en el foro la responsabilidad de los periodistas en estos temas a la hora de darles ‘un tratamiento informativo distinto a otro tipo de informaciones’.
Atentados terroristas como el 11S de Nueva York o el 11M de Madrid, guerras, accidentes de aviación, desastres naturales con víctas personales, incendios, asesinatos… y así, hasta un sin fin de situaciones difíciles de abordar tienen una repercusión emocional y psicológica en cientos de periodistas en la misma línea de ‘conflicto’. ‘Los periodistas, al igual que los policías, los bomberos y el personal sanitario, son profesionales de prera línea ante una tragedia o aconteciento violento, lo que también son susceptibles de padecer secuelas psicológicas tantes, como estrés postraumático’, recalca Mark Brayne.
El Periodista, además, tiene la obligación de plasmar sus informaciones en un ‘lenguaje adecuado’ para evitar que ‘el público se vea seriamente afectado la realidad de la tragedia’. Según Brayne, ‘no hay justificación para aquellos periodistas que magnifican las tragedias y alarman a la población de manera gratuita’.
