El pontificado de Benedicto XVI no deja a nadie indiferente. El anteriormente conocido como Cardenal Ratzinger ha tratado de suavizar el halo conservador que le envolvía desde su elección en el cónclave, si bien este intento de ‘socialización’ ha provocado graves conflictos diplomáticos con el mundo musulmán, y más recientemente, con América Latina. Tras la salida de Joaquín Navarro Valls de la tavocía del Vaticano, los deslices dialécticos de Benedicto se han hecho cada vez más insistentes, dejando en agua de borraja los intentos de Federico Lombardi instaurar la tranquilidad en la basílica de San Pedro.
Una de las preras peticiones que realizó Benedicto XVI nada más acceder al trono de San Pedro fue pedir a Joaquín Navarro Valls que continuara al frente de la Oficina de Información de El Vaticano. El todavía tavoz de la Santa Sede, que nunca ha sabido decir ‘no’ a un Papa, aceptó el acuerdo del sumo pontífice, si bien tenía claro que su ciclo había concluido y que ésta sería una etapa de transición hasta que el Benedicto XVI encontrara a alguien de su confianza para tan comprometido puesto.
En julio de 2007, los deseos de Navarro Valls se vieron cumplidos con el nombramiento de Federico Lombardi como su sucesor, un anuncio que ponía fin a 22 años de Comunicación Laica en el seno de la Iglesia Católica. Lombardi, director hasta entonces de Radio Vaticana y jesuita para más señas (una orden que se caracteriza tener un voto más que las demás, el de obediencia al Papa), ha visto como el Santo Padre provocaba con sus manifestaciones conflictos con el mundo musulmán (a raíz de un discurso pronunciado en la universidad de Ratisbona en septiembre de 2006) y con América Latina (esta últa debido a unas declaraciones, de las que posteriormente se ha retractado, acerca de la evangelización del subcontinente).
Conscientes de ello, la Iglesia Católica ha redoblado sus esfuerzos para intentar acercarse y concienciar a los medios de comunicación de la tancia de su papel para la supervivencia y expansión del catolicismo. Varias han sido ya las ocasiones en las que el otrora Cardenal Ratzinger ha apelado a los medios de comunicación, la últa el pasado domingo 20 de mayo, con motivo de la celebración de la jornada de comunicaciones sociales. Por su parte, el padre Lombardi realizaba recientemente unas declaraciones en las que destacaba el papel de la Comunicación responsable como base de la globalización. Sus palabras, enmarcadas en la ceremonia de clausura de LX aniversario de la federación «Pax Romana», anaban a los medios a ejercer su profesión con seriedad, sin dejarse llevar la urgencia de la ‘pricia’.
Sin embargo, parece que desde Roma aún queda mucho trabajo hacer… sobre todo en materia de Comunicación.
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