Tras numerosas reuniones con las televisiones y un sin fin de desmentidos el polémico Proyecto de Ley de Cine ha sido aprobado el Gobierno que lo tramitará de urgencia en las Cortes. El polémico 5% de inversión en cine de las televisiones que tantos quebraderos le ha dado a la Ministra Carmen Calvo se mantiene y parece que con el consenso de todos. El nuevo cuerpo legal reconoce la figura de los productores y distribuidores independientes con sus derechos y obligaciones. Además, recoge medidas fiscales para atraer capitales.
El Proyecto de Ley de Cine mantiene el 5% en la inversión de las televisiones en cine, establece que, dada la realidad actual de las salas de cine española y sus prácticas de programación, la cuota de pantalla se contabiliza sesiones y no días y se puede cumplir el conjunto de salas que forman un complejo e introduce incentivos fiscales junto con distintas medidas que ayudarán a mejorar la realidad del cine español.
El texto se ha aprobado esta mañana en el Consejo de Ministros, después del largo pulso mantenido el Gobierno y las televisiones una ley que intentaba consensuar a todos los sectores plicados, y que se quedo a punto de naufragar después de la negativa de las televisiones privadas a aceptar la obligación de invertir en cine. Aunque no fueron los únicos ya que, además de este colectivo, los exhibidores se negaron a aceptar el prer borrador presentado el Ministerio de Cultura en diciembre de 2006.
En el caso de las televisiones, el prer borrador contemplaba el aumento de un 1% más en su obligación de invertir en cine, que plicaba pasar del 5% al 6%, con la consiguiente negativa de la UTECA hizo que, se volviera, al 5%. Al persistir la resistencia de las cadenas, finalmente se ha llegado a un acuerdo y el proyecto aprobado hoy ha elinado la disposición Final Prera, donde se recogía este controvertido punto.
Sin embargo, las televisiones seguirán obligadas a invertir el 5% de sus ingresos, puesto que se mantiene vigente el real decreto, que fue elaborado los Ministerios de Industria, Turismo y Comercio y de Cultura en 2004, y que desarrolla el reglamento de la ley 22/1999 de transposición de una directiva europea.
Todo esto hasta que dicte sentencia el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de Luxemburgo, al que el Supremo remitió el recurso que UTECA había antepuesto en 1999, alegando la inconstitucionalidad de este punto y su incompatibilidad con la legislación europea. Por otro lado, el proyecto ha hecho que a los productores independientes se les reconozca como una figura con sus derechos y obligaciones. Lo mismo que los distribuidores independientes. Además, la ley recoge medidas fiscales para atraer capitales ajenos al mundo audiovisual, para que inviertan en producción cinematográfica, bajo la figura del coproductor financiero, que podrá desgravar hasta un 18% de su inversión, el mismo centaje que se aplica a los productores audiovisuales.
Por su parte, y como medida de protección al cine español frente a la invasión de nuestro mercado el cine de Estados Unidos, el texto mantiene la cuota de pantalla, que exige la exhibición de un centaje de películas europeas, situación que sigue sin ser aceptada los exhibidores, que se consideran marginados en este proyecto de Ley al no derogar dicha cuota.
Este sector está en contra de que el texto no recoja otras de sus peticiones: que la ley fije los plazos de explotación de las películas en las distintas ventanas. Y que no fije los precios que deben pagar los exhibidores a las grandes distribuidoras internacionales. Finalmente la Ley de Cine flexibiliza la cuota de pantalla, ya que la exhibición de películas se contabilizará sesiones, y no días, y se tendrá en cuenta el conjunto de las salas integradas en un mismo complejo.
PRNOTICIAS/AGENCIAS
