Una estadística facilitada el Instituto Británico para la Salud y la Excelencia Clínica (NICE) sitúa la VARENICLINA (de Pfizer) como medicamento más eficaz para dejar de fumar y el Servicio de Salud Británico ya lo ha incluido para el tratamiento de fumadores de Reino Unido e Irlanda del Norte.
La compañía biomédica aplaude las iniciativas de la Comisión Europea, recogidas en el Libro Verde ‘Hacia una Europa libre del humo del tabaco: opciones políticas a nivel de la UE’. Pfizer apunta tres recomendaciones para ‘mejorar la Salud y prolongar la vida’:
La prohibición total de fumar en los lugares públicos, como la forma más eficaz de anar a que se deje de fumar y de disuadir del inicio al tabaquismo.
La introducción de una legislación vinculante en la Unión Europea para poner en práctica esta prohibición y garantizar su cumpliento.
La aplicación de medidas de apoyo, como campañas de concienciación, y la mejora del acceso a los tratamientos de deshabituación, incluyendo la financiación pública.
Un día antes del Día Mundial del Tabaco, el NICE se pronunciaba en favor de la VARENICLINA, un producto de Pfizer para dejar de fumar, que ‘ana a médicos y fumadores a plantearse usar este tratamiento como una nueva opción terapéutica su eficacia su relación costeeficacia’, explica el doctor Jack Watters, vicepresidente del Departamento Médico Internacional de Pfizer.
Esta conclusión sobre la superioridad de la VARENCILINA está avalada dos estudios clínicos que revelan que el 44% y el 43.9% (respectivamente) de los fumadores que recibieron el medicamento dejaron de fumar después de 12 semanas de tratamiento, frente a otros productos de un mismo fin.
Aprobada la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) en mayo de 2006 y la europea EMEA en septiembre, es el prer medicamento que actúa sobre los receptores nicotínicos en el cerebro, y no contiene ni nicotina ni antidepresivo. El tabaco es la principal causa de muerte en enfermedades prevenibles, costando la vida a 5 millones de personas al año.
Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2010 costará a escala mundial unos 500.000 millones de dólares al año.
Mucho dinero y muchas muertes para tan poco beneficio.