‘La integración a nivel regional puede ser una medida de presión’

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‘Todo opositor es un golpista y nosotros también’, así de tajante es Benoît Hervieu, responsable de las Américas de Reteros sin Fronteras, al resumir la opinión que tiene el presidente de Venezuela sobre sus críticos. En entrevista con PRLatam, Hervieu se muestra convencido de que el caso de RCTV no se repetirá en otros países, ya que tanto Evo Morales como Rafael Correa ‘quieren la paz con los medios’. El periodista cree que la integración a nivel regional puede ser una medida de presión para hacer respetar la libertad de prensa.

Usted estuvo en Venezuela con motivo del cierre de RCTV, ¿cuál fue su presión sobre la situación de la libertad de prensa en ese país?
Ha habido un agravio y un deterioro de la situación general de la libertad. El presidente Chávez ha intentado acabar con la guerra mediática que duraba desde el 2002, pero lejos de conseguir su objetivo ha polarizado un poco más la situación. El cierre de RCTV marca una voluntad parte del poder y del Presidente de tomar el control del espacio televisivo, ya que el 80% de la población venezolana se informa televisión.

¿Cree que este ejemplo se puede repetir en otros países de Latinoamérica?
Creo que no. Los opositores más radicales cometen un error enorme cuando atribuyen a mandatarios como Rafael Correa en Ecuador o a Evo Morales en Bolivia actitudes como las de Hugo Chávez. Creo que no es exactamente la misma política, no es la misma relación con la prensa. Es verdad que hay tensión en el caso ecuatoriano en este momento ya que Correa quiere revisar algunas concesiones. Pero creo que no va a atreverse a usar los mismos criterios que Chávez ante el cierre de RCTV. Tanto en el caso de Correa como en el caso de Morales, son personas que quieren la paz con los medios. Es una estrategia mejor que la comunicación que quiere Chávez, que es otro modelo marcado un contexto muy diferente, ya que no hubo golpe de Estado. En el caso de RCTV, y lo siento para los que apoyan el gobierno de Chávez, el golpe sirve de pretexto para todo. Es decir, que cada opositor es un golpista, nosotros también.
De hecho, así se les ha llegado a identificar a ustedes en alguna ocasión parte de Chávez…
Pedos un encuentro con Chávez, algo que no dice TeleSur, a pesar de dedicarnos tantes críticas en una de sus columnas. Su mala fe (de Telesur) hace que no mencionen que pedos un encuentro de manera totalmente oficial, con copias a la embajada venezolana en Francia, una cita con el presidente, con el ministro de las Comunicaciones, con el fiscal General de la República, y supuesto no hubo respuesta su parte.

¿Cree que hay alguna posibilidad de que RCTV vuelva a salir al aire?
Cuando vemos la actitud de Chávez frente a la reacción de la comunidad internacional no somos muy optistas. Se puede esperar algo, aunque durante todo este tiempo ha habido órdenes de jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de que el gobierno venezolano no ha respetado. No confío en las órdenes, ejemplo, sobre la protección del personal y de los equipos de RCTV. No creo en eso, tampoco para Globovisión. Hay una desigualdad de tratamiento jurídico total en este caso y no sé si podemos esperar mucho parte de organismos internacionales, aunque vamos a hacer lo posible alertar, como ya lo hicos, a instituciones como el Consejo de Derechos Humanos, el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. No obstante, creo que no podemos esperar un cambio de actitud el momento.

¿Se está extendiendo la práctica de premiar con publicidad gubernamental a los medios afines a los regímenes de algunos países?
Esto existe en casi todos los países del continente latinoamericano, la presión con la publicidad oficial existe en Argentina en las provincias y a nivel nacional, existe localmente en Brasil, en Colombia, México. El reparto oficial puede presionar sobre todo a la prensa local. En el caso venezolano esta relación se hace más patente, ya que hay de la parte del poder una concentración evidente de estas competencias en manos del único ministerio de la Comunicación y de la Información con William Lara. El único organismo que hace el reparto de la publicidad oficial.

En el caso de Argentina también ha habido muchas quejas respecto de las escasas ruedas de prensa de Kirchner…
Respecto a las pautas oficiales, existen aprensiones todos los partidos. No es una cuestión ideológica. Hay presión de la parte del poder local sobre los medios de comunicación como radios, prensa escrita, existe sobre todo a nivel de las provincias. Además de eso, hay una relación extremadamente dura entre una parte de la prensa y el mandatario Néstor Kirchner. Esto ocurrió también en Brasil, al inicio del mandatario de Lula, con quien se arregló progresivamente. Se puede decir que Lula tenía los mismos problemas con Folha de Sao Paulo y sobre todo O Estado de Sao Paulo que Kirchner con La Nación, un diario que al principio tuvo un tono muy duro, muy crítico, y poco acertado, una actitud habitual de algunos medios contra presidentes que acaban de comenzar sus mandatos. Hay que esperar.

Actualmente hay una gran concentración de medios de comunicación en pocas manos, ¿se ve desde Reteros sin Fronteras algún tipo de evolución referente a la desconcentración de medos?
No, a mi me parece que es todo lo contrario. Por ejemplo, en Colombia el espacio mediático está conformado dos grupos tantes como Julio Mario Santo Domingo con Caracol y otro parte el Grupo Ardila Lülle, que se han consolidado en la pasada década. También se ha consolidado el Grupo Isaias que es enorme en Ecuador. Igualmente hay un enorme conflicto de intereses en Brasil donde una tercera parte de los 81 senadores, son dueños de pequeñas radios comerciales en su Estado, algo bastante peligroso. Una situación que genera que los periodistas no puedan manejar ciertos temas: en el caso Colombiano con el asunto de las parapolítica y en el caso brasileño la corrupción local y los abusos de la policía militar de cada Estado. Asuntos en los que la prensa es bastante débil.

En el mapa de Latinoamérica hay una serie de puntos rojos como Cuba, Colombia o México, ¿qué países son los que están camino de formar parte de esta lista y cuáles ha progresado hacia mayores índices de libertad de prensa?
Por el momento, el país negro es Cuba, no hay libertad de prensa ni de opinión. En el caso de Colombia y México, son países con alto nivel de violencia, con periodistas asesinados, lo que mantienen su posición en nuestro mapa. En Venezuela es diferente, pero si se confirma que de parte de Hugo Chávez no hay un camino hacia un monopolio directo, pero si una voluntad de someter a todos los medios a una línea oficialista, su clasificación puede cambiar. No creo que la situación en Venezuela vaya a calmarse, eso creo que se puede pensar que hay un riesgo editorial alto para los periodistas presión directa y abierta parte del poder estatal, sobre todo parte de una persona. Aunque no se puede comparar a Venezuela con Cuba o con otras dictaduras en el mundo, si es una democracia frágil y mal tratada un Presidente que intenta un modelo especial de gobierno basado en la autocracia mediática.

¿De qué manera Reteros sin Fronteras está ayudando a los periodistas detenidos en cárceles cubanas?
Por el momento no tenemos un evento planificado pero supuesto seguos el asunto. Estamos en contacto con familiares de periodistas cubanos y comunicamos la situación en las cárceles cubanas, aunque es difícil que en el caso de este país no se consigue arreglar la situación. Cambió un poco el tipo de represión, aunque creo que no va volver una Pravera Negra como en el 2003. Es decir, son más métodos de acoso, de licitación, de agresiones, de convocación en las comisarías, no hay ninguna evolución en materia de derechos humanos el momento.

¿Cree que con la guerra de Irak la situación de Cuba ha pasado a un segundo plano?
Si, pero la Pravera Negra ocurrió justo después del inicio de la guerra de Irak, lo que Fidel aprovechó la atención de la comunidad internacional sobre medio oriente para aplicar esta ola de represión. Creo que el gobierno español, que cuenta el apoyo de parte de la comunidad internacional, incluso de parte de Estados Unidos, debe dialogar con la Habana y abordar el tema tabú de los derechos humanos y reintegrar progresivamente a Cuba en el juego internacional.

Hemos tenido noticias de algunos casos de petición de asilo parte de algunos periodistas latinoamericano, ¿tiende esto a consolidarse?
Sobre todo en Colombia, un país donde los periodistas son amenazados y prefieren irse. Hay secciones muy conflictivas con un terreno abandonado, del que se van periodistas bajo una presión. Es posible trabajar entre los nexos esenciales como puede ser en la parapolítica, hay una autocensura enorme, un miedo lo que hay pocas amenazas ya que los periodistas cierran o se callan.

¿Es la punidad la clave? ¿Cómo se puede combatir?
Si, lo es y es bastante difícil. Por ejemplo en el caso mexicano, pedos a las autoridades federales una intervención pero la fiscalía especial no tiene peso.
No hay recursos ni medios apropiados para combatir el cren contra los periodistas. Otro país es Haití, en donde los casos se quedan sin resolver en seis o siete años.

El Panorama de Latinoamérica se ve bastante negro ¿qué se puede hacer al respecto?
Hay que mantener una cierta presión sobre los gobiernos. A excepción de Cuba, está el caso un poco especial de Venezuela y la situación muy tensa de Colombia, que son países que al fin y al cabo se convirtieron en democracia. La integración a nivel regional puede ser una medida de presión. La Organización de Estados Iberoamericanos también está ahí con brazos jurídicos, la Comisión, que permiten hacer una evolución a largo plazo.

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