Como ya os hemos venido contando las últas semanas, el caos en Radio Nacional de España es total. Un panorama resumido de la situación incluye una plantilla desmotivada, una parrilla en pleno desmembramiento, colaboradores que ojala fueran mileuristas, profesionales históricos que son obligados a abandonar la casa y todo ello en medio de millonarias indemnizaciones para los jefes del ERE y la llegada de una nueva oleada de becarios, que en breve tiempo deberán asumir los puestos que quedan vacantes.
En prer lugar la reducción de platilla será de aproxadamente un tercio de los actuales trabajadores, lo que plica la salida de históricos redactores y locutores que forman parte de la historia de la Radio, que de momento no serán sustituido y no se sabe si finalmente cuando comience la nueva temada, les llegará el recambio. El problema es que toda esta situación ha generado una enorme pérdida de calidad en la parrilla de programas que de cara al verano, mostrará una serie de modificaciones que la audiencia no está viendo con buenos ojos.
Esto en medio de una plantilla que está quedando sostenida con colaboradores que cobran poco más de 500 euros y becarios que llegan a intentar parchar la situación, entre todos cubriendo puestos vacantes a razón de uno a tres. Considerando además que los directivos que se están jubilando el ERE están logrando tantes indemnizaciones que nada tienen que ver con lo que están percibiendo los redactores de a pie.
Una situación que amenaza con estallar en los próxos meses cuando continúen llegando los fichajes al menor coste posibles y los anunciados recambios no lleguen a buen puerto. Además, si fuera poco, la idea de Luis Fernández de llevarse a todo el Ente a unas nuevas instalaciones llega en momentos que RNE ha remodelado completamente sus estudios con una fuerte inversión de dinero, dinero público, que no siempre está gestionado de la mejor manera.
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