Las caras de la débil integración de la banca minorista en Europa

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La banca española está especializada en el mercado minorista y es precisamente en este área donde la integración europea ha visto algunas dificultades, al contrario de lo que ha ocurrido con la banca mayorista. Las diversas legislaciones propias de cada país de la Unión Europea, el número de reguladores y las características de los consumidores son algunos de los factores que ralentizan este proceso que, no obstante, tiene diferentes valoraciones: unos creen que es un camino que hay que recorrer, pero otros lo cuestionan.

Pese a que desde 1989 se ha hecho un esfuerzo integración en Europa y al pulso de la moneda única, actualmente se está lejos de un mercado único europeo, al menos, en lo que a banca minorista se refiere.

Como en todo, hay excepciones. El mercado mayorista ha alcanzado un alto grado de integración, con un único tipo de interés, moneda única y la plantación de un sistema integrado de grandes pagos en Europa en tiempo real. Por otro lado, los excedentes de liquidez en Italia, Alemania y Francia han sido claves a la hora de cubrir la necesidad de España.

Pero el director del servicio de estudios del BBVA, José Luis Escrivá, explicó que la situación en banca retail no es satisfactoria que no existe un mercado único en gran parte de los productos bancarios de Europa y sobre todo en cuanto a servicios, donde sigue habiendo ‘protección de intereses corativos’ que piden hablar de un mercado único en plenitud. El problema, indicó Escrivá, está relacionado con la legislación y regulación de códigos mercantiles propios de cada país y la disparidad de significados de algunos conceptos, como el de hipoteca. Ante la posibilidad de crecer orgánicamente, surgen como alternativa potente la política de adquisiciones y fusiones.

Por su parte, Jordi Gual Solé, subdirector general de La Caixa, destacó que se han producido una serie de fusiones defensivas al interior de cada país miembro en vez de apostar la integración intereuropeo, pero indicó que el mercado está aún muy fragmentado. La integración, señaló, no debe dirigirse a fijar un precio único, que los bancos venden paquetes de servicios que varían de acuerdo al perfil del cliente de cada estado. ‘Si el mercado mayorista está integrado, ya es un potente vehículo de integración, que significa que los insumos se integran, mientras que es en la distribución donde existen las diferencias, que es un proceso muy local’, afirmó.

Desde el punto de vista del directivo de La Caixa el proceso de integración retail no es garantía de mayores ganancias y, a su juicio, hay razones legales y culturales que así lo indican, además de que, aseguró, se puede vulnerar a los clientes. No obstante, sí podría haberla en algunos aspectos como fondos de inversión y grandes cuentas.

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