La seguridad de los ocupantes de los turismos se ha mejorado con la incoración de los nuevos elementos que ofrece la tecnología avanzada, pero no ha sido así a la hora de evitar accidentes o de inducir a los comtamientos de los conductores, según un informe presentado Fitsa. La seguridad de los ocupantes de los turismos se ha mejorado con la incoración de los nuevos elementos que ofrece la tecnología avanzada, pero no ha sido así a la hora de evitar accidentes o de inducir a los comtamientos de los conductores, según un informe presentado FITSA.
El Informe BASMA 2006 estudia la presencia en el parque rodante y en la oferta actual de vehículos de 16 tecnologías de seguridad y analiza sus capacidades para mejorar la siniestralidad vial. Además examina el grado de plantación de este tipo de tecnologías y demuestra que algunos sistemas con casi 50 años de antigüedad como el litador de velocidad, hoy sólo están presentes en el 7% de los coches o que el avisacinturones sólo se encuentra en la cuarta parte de los automóviles matriculados en el año 2006.
El informe considera que el nivel de seguridad de los vehículos se ha visto favorecido la renovación del parque y los avances de equipamiento gracias a las innovaciones tecnológicas, y mencionó como fundamentales la aparición del ABS, del litador de velocidad, del control electrónico de estabilidad, de los airbags, etcétera.
Sin embargo, la evolución de la siniestralidad depende, según Basma, de otros elementos ajenos a la ‘seguridad vehicular’, como son el estado de las infraestructuras, donde las vías de alta capacidad han evolucionado mejorando en detrento de las carreteras convencionales. También la necesidad de que los poderes públicos actúen con dureza para sancionar las conductas inadecuadas, con hábitos de conducción moderada, y que se sensibilice a los conductores con campañas para ese tipo de conducción.
El Informe constata también que las tecnologías de seguridad y su presencia en el parque no parecen ser democráticas ya que las gamas altas tienen más y mejores sistemas de seguridad que los vehículos de segmentos más bajos.
Respecto a la economía, de este informe se infiere que los costes de la siniestralidad en la carretera representan casi el 2% del PIB nacional, es decir, unos 16.000 millones de euros al año. Si se consiguiera reducir el 10% de los costes de la siniestralidad, se ahorraría unos 1.600 millones de euros anuales.
En cuanto al medio ambiente, manifiesta que las emisiones de gases de efecto invernadero se han duplicado entre 1990 y 2004 mientras que la de contaminantes locales se han reducido en más de la mitad. Como dato, el 72% de los turismos causan el 49% de las emisiones de gases de efecto invernadero mientras que los camiones (el 3,5% del parque) causan el 35,5%.
