¿Qué es un CIBE? ¿Nos cuesta dinero a los ciudadanos? ¿Y eso tiene alguna utilidad? Merck & Co. (compañía de investigación farmacéutica de la que es filial MSD España) lo sabe, y lo ha querido trasladar a los periodistas para que, en su papel de informadoresformadores, hagan llegar a la población general para qué sirve un CIBE, en que se invierte el dinero, y con qué finalidad.
Nace en 1955 como un grupo de investigación cofinanciado Merck y CEPA (Compañía Española de Penicilina y Antibióticos) que tiene como misión ‘el screening de antibióticos a partir de actinomicetos(una especie de hongo o bacteria)’. Hoy, tras cumplir el aniversario de oro (52 años), el Centro ha evolucionado y su misión se ha duplicado. La histórica: Descubrir nuevos agentes antibacterianos y antifúngicos a partir de productos naturales de origen microbiano; y la nueva, adaptada a las necesidades actuales: Evaluación de candidatos a fármacos en ensayos in vitro capaces de predecir posibles efectos adversos e interacciones entre fármacos.
Aunque esto ya se ha comentado en diversas ocasiones: descubrir y desarrollar un fármaco cuesta unos 800 millones de euros; se necesita, término medio, alrededor de 15 años; y sólo 1 de cada 5.00050.000 compuestos ensayados llega a ser un fármaco aprobado. Además, sólo 3 de cada 10 productos en el mercado producen beneficios que cubran o sobrepasen los costes de I+D. Visto así…
¿En el CIBE se descubren fármacos? Lo que se hace aquí es evaluar los posibles ‘hongos’ que podrían convertirse en fármacos. ‘Es de suma tancia descubrir el fallo en la Fase PreClínica que si ya lo haces en la Clínica, además de que ya lo has probado con personas y puede ser peligroso’ (aunque todo está controlado… ¡qué no cunda el pánico!), ‘se pierde mucho dinero’, afirma Fernando Peláez, Señor Director del Centro de Investigación Básica de España de MSD.
El CIBE recoge muestras ambientales de productos naturales de todas partes del mundo. Tiene colaboradores y delegaciones casi en todos los medio ambientes. Estas muestras se aíslan ‘para no volver a descubrir la penicilina’ (hay que tener en cuenta que malgastar años de trabajo en descubrir lo descubierto es una pérdida de dinero muy grande que se tiene sus consecuencias económicas en futuros proyectos). Se identifican, seleccionan y fermentas en cultivos de producción y de ahí salen los activos prarios.
Fernando Peláez, explica las tres fases la que un fármaco tiene que ser aprobado antes de ser presentado a la FDA: Fase 1, en la que los estudiantes de medicina en un ‘todo la ciencia’, se presentan voluntarios a ensayos clínicos para ver si ‘los posibles’ tienen efectos secundarios. La Fase 2 ya busca que el fármaco funcione, eso se trabaja con Pacientes. Aquí ‘todavía no se trata de que funcione bien o mal, splemente que funcione’.
Por últo, llega la Fase de los Resultados, la 3, en la que los investigadores ya esperan sacar conclusiones del producto entre 1.000 y 5.000 voluntarios para seguiento de reacciones adversas en usos prolongados. El problema de esto: se falla 1 de cada 5.000 y lo pruebas con 5.000 Pacientes, puede que no encuentres el fallo. Si pruebas en un millón, pueden morir 50.
Las cosas no son tan fáciles y la investigación básica (sólo una parte de toda la investigación de MSD) cuenta con 10 millones de euros de presupuesto. A partir de aquí lleva la Revisión y/o Aprobación parte de la FDA. ‘Todo esto es como un embudo: un recipiente en el que entra mucho y sale poco’, afirma el Senior Director.
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