El Centro de Atención Residencial Especializada IZA, de Fundación Matia, cumple su segundo año de vida el día 18 de julio. El centro IZA, es el prer centro residencial para personas discapacitadas físicas gravemente afectadas y que pueden tener asociada una discapacidad psíquica.
El Centro de Atención Residencial Especializada IZA, de Fundación Matia, cumple su segundo año de vida el día 18 de julio. El centro IZA, es el prer centro residencial para personas discapacitadas físicas gravemente afectadas y que pueden tener asociada una discapacidad psíquica. En estos momentos es el único centro de estas características que existe en El País Vasco, y su ubicación está junto al Hospital Ricardo Bermingham de Fundación Matia en DonostiaSan Sebastián.
Desde su inauguración en 2005, el Centro IZA ha aumentado sus plazas de residencia desde las 26 iniciales hasta las 76 plazas actuales, todas ellas ocupadas discapacitados físicos graves de Gipuzkoa de entre 18 y 60 años. Todas estas plazas están concertadas con el Departamento para la Política Social de Gipuzkoa, aún así, existe un alto número de personas de otras provincias vascas y lítrofes que han mostrado su interés para poder acceder al mismo.
Este centro está concebido para atender de manera especializada las necesidades de las personas afectadas una incapacidad física permanente, producida bien, enfermedades neurológicas, vasculares, metabólicas u otras o bien lesiones o secuelas derivadas de accidentes de diferente índole ( tráfico, laboral, detivo…). En el Centro IZA residen personas con graves discapacidades que diferentes motivos no pueden llevar una vida autónoma, ni pueden ser atendidos en sus domicilios o sus familias.
El Centro también ofrece a los usuarios y a sus familias una serie de recursos especializados, y cuenta con una plantilla de más de 40 profesionales de diversas disciplinas, entre médicos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogos, administrativos y personal de servicios.
A través de una metodología interdisciplinar, los profesionales que trabajan en el centro intentan mejorar la calidad de vida de los usuarios, mejorando su autonomía, su capacidad funcional, su bienestar, y su satisfacción personal. De este modo, se consigue mantener sus relaciones sociales y familiares y su integración y participación comunitaria.