Hace algunas semanas os adelantábamos algunos de los cambios que desde PRISA se tenía previsto realizar en El País, unos cambios que pretenden en gran medida dar más preeminencia a lo visual, siguiendo en cierto sentido la línea adoptada para el tal elpais.com. Sin embargo, a Juan Luis Cebrián, promotor de la ‘modernización’ de la cabecera, le han salido enemigos…en su propia casa: según ha podido saber PRNoticias, en la redacción del diario miran con escepticismo y temor las propuestas de cambio, que afectarán tanto a los contenidos como a los redactores.
No es ningún secreto que El País tiene intención de acometer un profundo rediseño de la cabecera: desde PRISA asisten con preocupación a la progresiva desaceleración de las ventas, y para evitarlo tienen previsto realizar tantes cambios que afectarán sobre todo al espectro visual, pero al que tampoco escaparán determinados periodistas de la redacción.
Al igual que sucediera con el rediseño acometido en noviembre de 2006 de elpais.com, lo que se busca desde Gran Vía es dar mayor protagonismo a lo visual, de ahí que también se tratará de dar un giro tanto a los titulares como a las entradillas de las noticias, con el propósito de llegar a un público más heterogéneo, ampliando así el círculo de los incondicionales de clase media – alta situados en el ala progresista.
Sin embargo, PRNoticias ha podido saber que el grueso de la redacción ve con cierto recelo los cambios que se acometerán ( cierto, según nos cuentan, desde PRISA no se va a esperar a finales de año, como aconsejaba el sector más conservador, sino que se podrán ver los preros retoques ya a partir de septiembre): para los integrantes de la plantilla, un cambio radical como el que se pretende sólo puede influir negativamente entre los acérros de la cabecera, poco habituados a este tipo de rediseños (desde que se fundara el diario, únicamente la introducción del color en las páginas interiores hace ahora dos años han roto con el statu quo fundacional).
Por otro lado, estas mismas fuentes han comentado a nuestro tal la preocupación existente en la plantilla lo que ya se ha bautizado como la ‘Revolución Moreno 2’, una segunda ‘barrida’ (como han llegado a calificar) entre la redacción del diario, tras la acometida el propio director nada más tomar posesión de su cargo.
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