Juan Luis Cebrián anunciaba el pasado siete de junio que El País estrenaría nuevo diseño este 30 de septiembre. Un anuncio que en ese momento fue visto como precipitado ya que hasta esa fecha eran muy pocos los avances del proyecto que según el Consejero Delegado de Prisa amenaza con ser revolucionario. Cerca de la prera quincena de agosto y con todo el mundo de vacaciones, es bastante probable que se estrene el nuevo País a finales del próxo mes. Y es que nadie quiere andarse con prisas en un cambio tan tante para esta cabecera.
Cebrián nos contaba antes del verano que quería hacer un diario del Siglo XXI y para ello, según hemos podido saber posteriormente, las modificaciones irán desde el diseño de las informaciones, pasando los contenidos, hasta el estilo de escribir. El caso es que un cambio tan revolucionario como el que se pretende ‘no se hace de un día para otro’, comentan dentro de El País, lo que lleva a pensar que es muy probable que se tenga un producto acabado antes de finales del próxo mes.
Las vacaciones, los escasos avances antes del anuncio de Cebrián y el poco tiempo que habrá después de agosto para rodar con el equipo titular de redactores, retrasarían con toda seguridad el esperado debut. En Prisa quieren hacerlo bien y para ello también necesitarían un tiempo de trabajo con ‘focus group’ de lectores que den su visto bueno a los avances y cambios.
Desde estas páginas os contamos hace algunos meses que los estudios internos de Prisa señalaban que una parte tante de los lectores de El País estaban dispuestos a dejar de leer el periódico si es que no se hacían cambios profundos, frente a un pequeño grupo que estaba el ‘status quo’. También os hemos contado que Cebrián era el principal pulsor de los ‘cambios totales’ y si nos atenemos a nuestras informaciones y su mayor libertad de acción con Ignacio Polanco, podemos prever que efectivamente se hará esta revolución.
Dentro de Prisa también se baraja la posibilidad e hacer un cambio escalonado, mostrando en septiembre un prer avance centrado más en el diseño, para luego a lo largo del año ir afinando el resto de los cambios, y así mismo ir contrastando en el momento los niveles de audiencia, y en definitiva de aceptación, del nuevo periódico. Esta estrategia también tendrían sentido considerando que esas fechas verá la luz El Público de Jaume Roures, una posibilidad cierta de que el prer diario español pierda algunos lectores.
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