Conocida ya más sus declaraciones contra los medios de comunicación que su labor profesional, sorprende abrir las páginas del dominical de El País, para encontrar dos páginas sembradas de las palabras de Rosa Regàs. La directora de la Biblioteca Nacional se jacta de no leer la prensa, pero sí se obtiene figuración gracias a la inclusión de sus artículos en ella. El País en el mismo ejemplar en el que le cede dos páginas, menciona el atropello de Regàs para resaltar la buena salud del medio ¿Coincidencia?
Conocida ya más sus declaraciones contra los medios de comunicación que su labor profesional, sorprende abrir las páginas del dominical de El País, para encontrar dos páginas sembradas de las palabras de Rosa Regàs. La directora de la Biblioteca Nacional se jacta de no leer la prensa, pero sí se obtiene figuración gracias a la inclusión de sus artículos en ella. El País en el mismo ejemplar en el que le cede dos páginas, menciona el atropello de Regàs para resaltar la buena salud del medio ¿Coincidencia?
‘El desierto de Siria’ es el nombre con el que titula su artículo en el dominical de Prisa. Dos páginas de la sección de ‘Memoria literaria’, sin duda para ser leídas los fieles lectores de prensa, a pesar de ser escasos, según las palabras de la escritora.
En la sección de Memoria literaria, que es una de las cosas que parecen faltarle a la filóloga, pues ha nutrido su profesión a base de prestar sus letras a los rotativos, según se reseña en su propio currículo al comienzo de su texto.
A pesar de sus palabras atacando a la prensa, El País le da cobertura, como también han hecho otros diarios como El Periódico. Aunque aprovecha el de Prisa, dentro de la misma edición, el informe del INE que demuestra el remonte de los lectores de prensa escrita, para sugerir que lo que pueda decir Regàs, no incide en los índices de lectura. Celebra el rotativo, dos días después de hacerse pública la noticia del Instituto Nacional de Estadística y que publicaba PRNoticias el vies, que los españoles compran hoy más prensa que hace cuatro años.
Se constata así que las palabras de la directora de la Institución literaria estaban equivocadas, de manera que los españoles si leen la prensa. Lo que no está tan claro, es si ella misma, declarada ‘desinteresada’ en lo que puedan transmitir los medios de comunicación, lee sus propios artículos.
EL RELATO DE LA ESCRITORA AL COMPLETO
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