El programa piloto de la receta electrónica en las Islas Baleares no convence a los agentes plicados y es que, a pesar de que se encuentra en fase piloto y es normal ver fallos en la estructura, lo cierto es que los problemas informáticos están trayendo de cabeza a los farmacéuticos.
El programa piloto de la receta electrónica en las Islas Baleares no convence a los agentes plicados y es que, a pesar de que se encuentra en fase piloto y es normal ver fallos en la estructura, lo cierto es que los problemas informáticos están trayendo de cabeza a los farmacéuticos.
Diferentes titulares de Oficina de Farmacia de las islas afirman haber tenido problemas con la conexión lo que ha dificultado, y mucho, el conectar con el servicio centralizado que se encarga de recoger todas las recetas, medicamentos y personas que toman esos fármacos y tenerlos centralizados desde la Atención Praria hasta el Colegio de Farmacéuticos balear, pasando la Consejería de Sanidad. Estos farmacéuticos aseguran que no están contentos con el sistema además de no ofrecerles ninguna ventaja sobre las recetas manuales. Pero en lo que sí están de acuerdo es que este sistema ayuda mucho al paciente, el cual, al fin y al cabo, es el destinatario final del servicio de la ereceta.
