La terapéutica farmacológica, su pacto en el cuidado de la salud y en la prevención de la enfermedad, es uno de los avances científicos más tantes del pasado siglo. Los medicamentos actuales reducen la mortalidad prematura, disminuyen la morbilidad y los enfermos crónicos mejoran en su calidad de vida. El principal objetivo de la Galénica, denominación ya clásica que engloba a la Tecnología Farmacéutica, es el diseño, fabricación y control de formulaciones farmacéuticas.
La industria farmacéutica innovadora, mediante el pulso a la investigación básica y clínica, ha promovido el desarrollo del 90% de los medicamentos utilizados en la actualidad, siendo atribuido el 10% restante a diversos organismos públicos de carácter sanitario. Para desarrollar esta actividad, los laboratorios farmacéuticos invierten tantes recursos económicos.
El desarrollo de nuevos medicamentos nace de una idea empresarial basada en la existencia de lagunas terapéuticas (vacíos en el tratamiento de enfermedades) y en la posible extensión de su uso, a amplias poblaciones de pacientes, basándose en los resultados de estudios epidemiológicos. Sin embargo, el hecho más singular es el desarrollo de una idea innovadora que requiere una tante inversión en tiempo y recursos, tanto humanos como económicos. El objetivo final de estos estudios es poder llegar a establecer la eficacia y seguridad de una nueva alternativa terapéutica, requisito previo a su comercialización y posterior utilización clínica.
A la hora de elegir si usar principios ya existentes o artificiales depende de la facilidad de conseguir las sustancias activas, ya que así se reducirán los riesgos de fracaso. Para el desarrollo de una sustancia candidata se requiere realizar estudios toxicológicos, establecer la vía y forma de dosificación, así como definir el perfil farmacocinético y la eficacia mediante los ensayos clínicos controlados.
Las sustancias activas es el producto resultante de un proceso tecnológico que confiere a los medicamentos las características que los definen: administración, dosificación y eficacia terapéutica. Esto hace que las diferentes formas de administración, parches transdérmicos, cápsulas, compridos, inyectables, etc.. no sean sotes caprichosos del investigador sino que de ellos depende la eficacia terapéutica y seguridad de los principios activos.
Seguiremos informando…